Frente brillante, nariz aceitosa y una barbilla resbalosa son las principales señales que indican que una persona tiene piel grasa. Estas tres partes de la cara forman la Zona T, la región que más sufre por la acumulación de aceites, convirtiéndose en una pesadilla para quienes padecen este problema. Por suerte existen algunos trucos que, si se ponen en práctica, dejan la piel con un aspecto seco y sano durante todo el día.
¿Por qué el rostro se vuelve graso?
Según la dermatóloga Dra. Mónica Aribi, factores genéticos, el clima, la dieta y hasta el nivel de estrés influyen en la producción de aceite en el rostro. «Mientras más frío esté con temperaturas bajas, la piel producirá más aceites con la idea de proteger el rostro y evitar que se reseque», explica la profesional de la clínica Auraclara, en Sao Paulo, quien también afirma que comidas muy grasosas, altos niveles de testosterona en el cuerpo y exceso de preocupaciones pueden acrecentar el problema.
Además, es común notar que el rostro brilla cada vez más a medida que avanza el día. Esto sucede porque la grasa en la cara aumenta conforme la piel se expone a más factores externos como el sol, lluvia, frío y aire acondicionado.
Cómo eliminar la grasa del rostro: paso a paso
Paso 1: al despertar y antes de hacer cualquier otra cosa lava tu rostro. Pero atención, hay quienes creen que lavarse la cara es la solución para eliminar la grasitud, pero lavar el rostro muchas veces al día puede tener un efecto contrario, ya que aumenta la grasa en el cutis.
«Es como si nuestro cuerpo entendiera que la piel del rostro está desprotegida y produce aceite para generar un efecto protector», explica la dermatóloga Dra. Mónica Aribi. Lo ideal es lavar el rostro 2 veces por día: al despertar y antes de irse a dormir.
Paso 2: limpia tu piel con toallas húmedas especiales para el rostro. Estos productos se recomiendan para el aseo diario y pueden ayudar a eliminar cualquier suciedad de la piel.
Paso 3: aplica un hidratante matificante. Se trata de un tipo de hidratante que ayuda a cerrar los poros dejando la piel más equilibrada y neutralizando la formación de brillo. Úsalo diariamente antes de aplicarte el maquillaje.
Paso 4: no utilices maquillaje en crema. Cualquier producto que uses para maquillarte no debe tener una textura cremosa, ya que los cosméticos cremosos dejan la piel más aceitosa. Si bien estos productos prometen durar más tiempo en el rostro, la consecuencia es el aumento en la grasitud del cutis.
Paso 5: ¡el polvo compacto es indispensable! A la hora del maquillaje no uses solo base o corrector. Para quienes tienen cutis graso el polvo compacto será su mejor amigo, ya que genera un efecto que seca la piel dejándola sin el brillo tan característico del cutis aceitoso. Reaplica durante el día cada vez que sientas que es necesario.
Paso 6: Durante el día utiliza paños que quitan la grasitud sin remover el maquillaje. Este producto que se vende en farmacias ayuda a mantener la piel seca durante el día, ya que tiene el poder de absorber el aceite sin afectar el maquillaje del rostro, se trata de un efecto limitado y de corta duración, por eso es importante seguir todos los consejos.
Paso 7: Agua termal varias veces al día. Llévala en tu bolso y rocíala sobre tu cara cada vez que vayas al baño. La doctora sugiere que tras rociar el agua termal seques tu rostro con una toalla de papel y vuelvas a aplicar la crema hidratante o polvo compacto.
