Salvaje, romántico, lento o rápido, existen muchas posiciones sexuales pero sólo algunas les dan a las mujeres la cantidad de placer suficiente para lograr un orgasmo.
Salir de la rutina sexual que implica posiciones aburridas y bien conocidas, no es fácil, sobre todo si no hay mucha imaginación. Sin embargo, existen posiciones sexuales que hacen que tú y tu chica logren disfrutar más y tengan momentos extremadamente placenteros.
La mayoría de las posiciones son sencillas y pueden ser realizadas con facilidad, por lo que hacerlas no te mandará directo al hospital, pero sí logrará que descubras nuevas zonas erógenas que ni siquiera imaginabas que existían.
Para que estés al día y ellas queden sorprendidas te dejamos una de sus posiciones favoritas.
Se le llama “La trasera tumbada” y llevarla a cabo será más fácil que la tabla del 1.
Tu chica se acuesta boca abajo en la cama, las rodillas ligeramente flexionadas y las caderas ligeramente levantadas. Para mayor comodidad, y para aumentar el ángulo de sus caderas, puedes colocar una almohada debajo de sus abdominales inferiores. Esta posición crea un ajuste ceñido, haciéndote sentir más grande para ella, además ayuda a que las cavidades sean menos estrechas, por lo que habrá mayor retención.
No tengas miedo y prueba cosas nuevas para que tu vida sexual sea increíble.
En contexto
Por otro lado, la Universidad de Queensland (Australia) ha anunciado este martes que sus científicos han logrado crear "una versión nueva y mejorada" de la oxitocina, substancia también conocida como la 'hormona del amor'. Esta nueva forma de la molécula tiene menos probabilidades de producir efectos secundarios.
La oxitocina regula elementos fundamentales del comportamiento social como el sentimiento de protección maternal, la estimulación sexual y otras reacciones del organismo. Sin embargo, el científico Markus Muttenthaler ha explicado que también tiene desventajas: "activa diversos receptores, algunos de los cuales podrían desencadenar efectos secundarios indeseables" en caso de inoculación prolongada, por ejemplo problemas en el sistema cardiovascular o ruptura uterina.