Ginebra, 7 dic (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) inauguró hoy una base de datos con la que empezará a vigilar el avance de la demencia y evaluará, desde una perspectiva global, los servicios que se brindan a las personas con esta enfermedad, cuyo número puede triplicarse de aquí a 2050.
Las víctimas de demencia podrían pasar así de 50 millones actualmente a 152 millones ese año.
El nuevo sistema -al que se ha llamado Observatorio Global para la Demencia– permitirá hacer un seguimiento de las políticas nacionales, de las medidas de reducción de riesgos y de las infraestructuras para ofrecer tratamiento y cuidados a los enfermos.
"Se trata del primer sistema a nivel mundial para hacer un seguimiento de la demencia y que ofrece una gama de datos tan completa", dijo a la prensa la experta del Departamento de Salud Mental y Abuso de Substancias de la OMS, Tarun Dua.
"El sistema no solo nos permitirá rastrear el progreso, sino que podremos identificar las áreas a las que deberíamos dirigir nuestros esfuerzos", añadió.
"Casi diez millones de personas desarrollan la demencia cada año, de las que seis millones residen en países de ingresos medios y bajos", comentó por su parte el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreysus.
"Es una llamada de emergencia: debemos prestar más atención a este creciente reto y asegurarnos de que todas las personas con demencia, vivan donde vivan, reciban el cuidado necesario", agregó.
El coste anual global de la demencia es de 818.000 millones de dólares, lo que representa más del 1 % del producto interior bruto mundial.
El organismo advirtió de que en 2030 los gastos ocasionados por la demencia podrían duplicarse, perjudicando las posibilidades de desarrollo social y económico de los países, y generando una fuerte presión sobre los servicios sanitarios.
Hasta el momento, la OMS ha recibido datos procedentes de 21 países con distintos niveles de desarrollo y se espera que para finales de 2018 unos 50 países hayan compartido su información.
Los primeros resultados indican que una elevada proporción de países están tomando medidas en ámbitos como la planificación, el conocimiento de la enfermedad, la participación de los enfermos en la comunidad y en la lucha contra el estigma.
El organismo también ha notado que varios países iniciaron acciones para ofrecer soporte y formación a los cuidadores de los enfermos, que en la mayoría de casos son los familiares.
Así, el 81% de los países que han ofrecido datos cuentan con programas de reducción de riesgo y prevención de la demencia, el 71% han desarrollado planes para abordar la enfermedad y el 71% ofrece apoyo y formación a los cuidadores.
Sin embargo, los datos recogidos hasta el momento muestran que solo el 14% de los países que han enviado datos pudieron indicar el número de sus habitantes diagnosticados con demencia.
Según estudios previos, hasta un 90% de las personas con demencia en países de escasos recursos carecen de un diagnóstico.
El Observatorio contará con un banco de conocimiento para autoridades sanitarias, profesionales de la medicina y organizaciones de la sociedad civil, quienes tendrán acceso a informes, herramientas, guías y perfiles nacionales e internacionales.