Estudios anteriores ya habían demostrado que introducir más frutos secos en la dieta mediterránea puede proteger contra el deterioro cognitivo asociado a la edad y ayudar a preservar la memoria. Pero, ¿cómo afectan los frutos secos a la actividad cerebral realmente? Un equipo de investigadores de la Universidad de Loma Linda en Beaumont, California (EE. UU.) se dispuso a averiguarlo.
Liderados por el experto Lee Berk, los científicos partieron de la observación de que los frutos secos tienen altas concentraciones de flavonoides, es decir, antioxidantes que se cree tienen efectos antiinflamatorios, anticancerígenos y protectores del corazón. De la misma forma, los flavonoides también acceden a las áreas del hipocampo del cerebro que son responsables del aprendizaje y la memoria.
Los científicos opinan que estos flavonoides inducen efectos neuroprotectores, lo que lleva a la "neurogénesis" o al "nacimiento" de nuevas neuronas, además de mejorar el flujo sanguíneo al cerebro.
Pero, ¿cómo se traducirían estos beneficios en la actividad eléctrica del cerebro? Para encontrar una respuesta, pidieron a los participantes del estudio que consumieran regularmente frutos secos para permitir que un electroencefalograma (EEG) midiera su actividad cerebral. En concreto, los voluntarios tomaban almendras, cacahuetes, pecanas, pistachos, anacardos y nueces regularmente.
Las nueces inducen fuertes ondas gamma y delta
Las ondas cerebrales fueron medidas mientras experimentaban una "secuencia de mejora de las tareas de conciencia sensorial que van desde la cognición de la experiencia pasada, visualización, olfato, gusto y finalmente el consumo de frutos secos", comentan los autores.
Estas secuencias fueron variadas para que el EEG pudiera medir la actividad cerebral en nueve regiones corticales diferentes.
"Este estudio proporciona evidencia objetiva de que [la fuerza de la onda cerebral] para diferentes bandas de ondas cerebrales EEG se modula de forma distinta según los diferentes tipos de frutos secos. Estos datos parecen apoyar una asociación de beneficios para la salud de los frutos secos con un aumento en [ondas delta] y [ondas gamma]", explican.
En concreto, los cacahuetes dieron como resultado una respuesta de ondas delta más fuerte (asociadas a una respuesta inmune saludable y al sueño profundo no REM), mientras que los pistachos produjeron la respuesta más alta en las ondas gamma (asociadas con la percepción, el sueño con movimiento ocular rápido (REM) y el procesamiento y retención de la información, y en general se cree que mejoran el procesamiento cognitivo). Las ondas delta y gamma fueron más altas con las pecanas.
Los investigadores también analizaron la concentración de antioxidantes de cada tipo de fruto seco y descubrieron que las nueces tenían los niveles más altos de esta sustancia, seguidos por las nueces de pecán y los anacardos.
En general, las seis variedades de frutos secos tenían altos niveles de antioxidantes beneficiosos.