La Secretaría de Salud de México asegura que los jóvenes entre 10 y 14 años de edad presentan complicaciones cervicales, así como adormecimiento de manos y dedos pulgares, debido al uso excesivo de teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos.
De acuerdo con esa instancia oficial, estos daños progresivos son fruto de las posturas que adoptan los menores cuando utilizan sus dispositivos, ya que una orientación inadecuada del cuello provoca que “se recargue de dos a tres veces el peso de la cabeza sobre la sexta y séptima vértebras cervicales”.
La doctora Eugenia Padilla Ramos, adscrita al Hospital de Especialidades de la Ciudad de México Dr. Belisario Domínguez, coincide con este análisis y teme que, “en un futuro cercano, el uso prolongado de aparatos inteligentes podría provocar artritis —inflamación en las articulaciones de los huesos— a los usuarios”.
Esta especialista explicó a RT que “todos estos padecimientos empeoran con el tiempo, ya que causan procesos degenerativos que dañan la postura de la columna, la movilidad en los dedos de las manos e, incluso, reducen la capacidad visual de las personas”.
Padilla Ramos hizo hincapié en que el uso de teléfonos celulares también “causa el síndrome del ojo seco”, cuando ese órgano “es incapaz de mantener una capa saludable de lágrimas” y, aunque también se puede deber a otros factores, reconoció que “el uso de estos dispositivos potencia este daño a la vista”.
Debido a que el mundo globalizado casi impide prescindir de esos aparatos, esta doctora recomendó tener “una postura correcta al controlar cualquier dispositivo electrónico” y “evitar su la manipulación continúa” por más de 30 minutos seguidos.
De acuerdo con Eugenia Padilla Ramos, esta práctica también puede causar otros padecimientos atribuidos, como “la exposición a gérmenes y bacterias”, así como “niveles de radiación altos; dolor de hombros, cuello y cabeza; y daños emocionales provocados por el síndrome de abstinencia, los cuales van desde el aislamiento hasta la ansiedad”.