No se puede negar la importancia de las metas. Los objetivos marcados inspiran a avanzar, concretar sueños y desarrollar nuevas habilidades. Pensarlas es relativamente fácil, ahora, la cuestión se complica una vez que estamos embarcados y las cosas no salen tal y como imaginábamos.
Respecto a la salud y el ejercicio, por ejemplo, muchos planifican metas a corto y largo plazo que, con frecuencia, resultan casi imposibles de alcanzar. En este sentido, hay 3 metas referidas al ejercicio que es mejor abandonar y redefinirlas para un un mejor resultado.
1. No pienses en términos de kilos
Esta es una de las razones por la que la mayoría de las personas abandona determinado entrenamiento o incluso una dieta: no perder la cantidad esperada de kilos. De acuerdo con la American College of Sports Medicine, un adulto que no está supervisado por especialistas médicos por cuestiones de salud particulares debería perder entre 450 y 900 gramos por semana. Este sería un parámetro válido y razonable a tener en cuenta.
Por otro lado, si pensamos en perder 13 kilos en 30 días, lo más probable es que perdamos masa muscular e hidratación (dos factores claves para gozar de buena salud). No aspires únicamente a ver bajar los números de la balanza y ten en cuenta la cantidad de grasa y masa muscular con la que cuentas. Otros factores importantes son la edad y el estilo de vida. Además, el proceso corporal para adelgazar varía entre hombres y mujeres.
2. No vayas a los extremos
Los extremos no resultan beneficiosos en ningún aspecto de la vida. Pues el ejercicio no es una excepción. Si ves que aún no estás preparado para correr una maratón larguísima o para competir en una carrera de natación, no lo hagas. No te fuerces si aún no estás listo ya que puedes de veras comprometer tu salud. Recuerda que las personas que se lanzan a hacerlo suelen ser atletas que cuentan con un entrenamiento de años.
Al principio, lo mejor es concentrarse en desafíos pequeños pero significativos. Puedes comenzar, por ejemplo, agregando una rutina de yoga a tu entrenamiento regular, prepararte para una maratón corta o simplemente añadir unos ejercicios de cardio más a tu rutina convencional. Y si tu meta es correr una maratón algún día, permítete el tiempo necesario para concretar una preparación acorde.
3. No aspires al «cuerpo perfecto»
Estamos bombardeados constantemente de imágenes retocadas que nos muestran un ideal de «cuerpo perfecto» al que todos «deberíamos aspirar». Pero no te dejes engañar. La mayoría de las personas que realmente trabaja su cuerpo por una cuestión de salud entrena durante largos períodos de tiempo y llevan dietas equilibradas según su contextura física.
No todos los cuerpos son iguales y esto es algo que deberíamos celebrar. No te presiones e intenta siempre seguir tu propio ritmo que es el que, en definitiva, te llevará a lograr las metas planteadas.
En lo que al ejercicio respecta, no tiene mucho sentido planificar metas demasiado elevadas por la simple razón de que probablemente terminaríamos fracasando. Para evitar la decepción es conveniente pensar objetivos acordes a la realidad física y emocional de cada uno.
También es importante armar objetivos inspiradores que motiven a avanzar en nuestro camino, además de tener en cuenta que pueden aparecer obstáculos pero que ellos son parte del proceso. Con estos consejos las metas pueden volverse más viables tanto a corto como a largo plazo.