Tras ‘el exprimidor’ y ‘el pájaro carpintero’, te presentamos ‘la torre Eiffel’. Damos por hecho que ya has probado las anteriores (y si no, ¿a qué esperas?). Te han podido gustar más o menos, pero seguro que tienes ganas de seguir experimentando posturas. Por eso, hoy abrimos el abanico y nos centraremos en una clase de trío que a las mujeres les vuelve locas: fantasean a menudo con él, aunque les cueste reconocerlo. De hecho, el trío continúa siendo la fantasía sexual por excelencia de los jóvenes españoles (37%), aunque tan solo un 10% de los encuestados, según un estudio realizado por la marca de productos sexuales Control, lo han practicado alguna vez.
Una de las chicas que lo ha probado es Rachel, de 25 años, que vive una relación poliaomorosa. “La torre Eiffel es maravillosa. Indescriptible. Estoy segura que todas las mujeres desean practicarla”, asegura la joven. Y no, no está hablando del emblemático monumento parisino, sino al nombre que adopta esta posición sexual.
Hacerlo es muy fácil. La mujer se coloca a cuatro patas (procura que sea encima de la cama que el suelo es muy incómodo) y le practica sexo oral a uno de los hombres mientras el otro le penetra desde atrás. Lo que convierte a esta postura en algo parecido al monumento francés es que los dos hombres se inclinan hacia delante y se sujetan entre sí, formando una especie de triángulo: “Esa es la mejor parte”, confiesa Rachel a ‘Men’s Health’.
La joven tiene relaciones con numerosas parejas, normalmente con dos hombres. Ambos se conocen entre ellos y están contentos de que ella tenga sexo con cada uno de ellos de forma individual también.
La popularidad de los tríos entre ellas
Numerosos investigadores se han dedicado a estudiar los tríos. Al respecto, hay dos estudios canadienses que han cubierto a base de encuestas todas las posibilidades “ortodoxas” del asunto: los tríos con dos hombres y una mujer o con dos mujeres y un hombre, tanto desde el punto de vista de ellos como de ellas (tres mujeres o tres hombres, trios de homosexuales o lesbianas, no parecen existir en esta cosmovisión).
Las mujeres distinguen claramente entre la fantasía y el deseo. Son conscientes de que algunas de esas “películas” podrían no ser agradables en la vida real
En uno de ellos, el más completo, publicado en los ‘Archives of Sexual Behavior’ por Ashley Thompson y Sandra Byers, se recogieron las posturas de 274 individuos heterosexuales de entre 18 y 24 años, el 74% de los cuales eran mujeres. Un colectivo que, se afirma en el artículo, “acepta mucho más que antaño las actividades sexuales no tradicionales como el sexo premarital o el sexo casual”. Un 24% de los chicos encuestados afirmaron, sin embargo, que habían participado en uno, mientras que sólo un 8% de las chicas dijeron haberlo hecho.
Fantasía y deseo no es lo mismo
El 95% de las personas fantasean con algo, según el Proyecto Tabú. Una investigación anterior demostró que entre un 40 y 60% de las mujeres desean ser sometidas y que su pareja lleve el papel dominante, mientras que los hombres a menudo desearían poder ver a su pareja con otras personas o teniendo sexo con otra mujer.
Según los médicos y directores del estudio, Christian Joyal y Amélie Cossette, “las que tienen este tipo de fantasía también buscan un papel dominante, por lo que los temas sadomasoquistas suelen ser tratados más como un pensamiento que como una realidad en la vida sexual debido a los tabúes que todavía existen”. Por ejemplo, no es lo mismo imaginar tener sexo con 10 personas a la vez que llevarlo a cabo en la realidad; quizá en la práctica no estés tan cómodo y seguro como en tus pensamientos.