Es probable que esto te haya ocurrido alguna vez: estás trabajando, conversando o caminando por la calle y de repente, así de la nada, sientes que tu ojo ‘brinca’. Es un movimiento muy pequeño, pero continuo y veloz, como si tu párpado temblara una y otra vez de manera involuntaria.
Si es la primera vez que ocurre, es probable que incluso te asustes al no saber de dónde viene esa especie de tic. Por el contrario, si ya lo habías sentido antes, seguramente pensarás que se debe al estrés, pues es lo que todos dicen.
No obstante la creencia popular, debes saber que la tensión no es el único motivo por el que nuestro ojo tiene esos pequeños e incontrolables movimientos llamados blefaroespasmos. Aunque no es un problema grave, es mejor identificar su origen y tomar cartas en el asunto. Te decimos cuáles son las principales causas.
#1 Ansiedad
Como ya se mencionó, es la causa más conocida. Al estar sometido a mucha presión psicológica y emocional, nuestro cuerpo presenta diferentes reacciones, entre ellas los espasmos en los músculos del ojo. En la mayoría de los casos el movimiento se detiene al cabo de un par de minutos y desaparece en cuanto disminuye la tensión nerviosa.
#2 Ojo reseco
Pasar mucho tiempo frente a una pantalla de computadora, televisor o dispositivo móvil, provocará que tu vista sea forzada y tus ojos se resecarán, dando lugar a los espasmos. Para solucionarlo puedes cerrar tus ojos un par de minutos cada hora o dos horas, para que se lubriquen o usar gotas oftálmicas (después de una revisión con el especialista).
#3 Fatiga de la vista
El cansancio ocular puede presentarse si duermes pocas horas o no descansas adecuadamente. De igual manera, es probable que requieras lentes graduados y no lo sepas, o no estés utilizando los adecuados. Lo mejor es acudir con el oftalmólogo para descartar esta posibilidad.
#4 Cafeína
Esta sustancia, que está presente en alimentos y bebidas como el té negro, el café, el chocolate y los refrescos, es un estimulante y puede desencadenar los movimientos involuntarios en el ojo. Lo mismo ocurre con el alcohol. Puedes disminuir el consumo de estos elementos para descartar que sean la razón del blefaroespasmo.
¿Cuándo debo preocuparme?
Como ya dijimos, este problema suele ser pasajero y no tiene mayores repercusiones en la salud. No obstante, hay algunos casos en los que es mejor acudir con un especialista para descartar cualquier otro padecimiento.
Por ejemplo, los espasmos pueden tener su origen en una irritación en la córnea (superficie del ojo) l en las membranas que recubren los párpados (conjuntivas). Si esto ocurre, es probable que es párpado se cierre por completo después de algunos espasmos y pasen varios segundos antes de poder abrirlo.
Si los movimientos son prolongados y se presentan varias veces al día, podrían estar relacionados con otros trastornos como esclerosis múltiple, distonía, enfermedad de Parkinson o incluso síndrome de Tourette.