El atractivo físico es de gran ayuda al momento de lucir guapo, pero también puedes captar el interés mostrando un capaz intelecto. Por ello, hoy te proponemos alimentar tu cerebro y volverte más listo comiendo sano, de manera de no descuidar tu estética física.
Cerebro y alimentación: un vínculo complejo
Si bien podríamos creer que el mayor vínculo de nuestro organismo con la alimentación se produce a nivel del aparato digestivo, es importante saber que el cerebro es el mayor influyente en este sentido, no sólo porque desde allí se desencadena el hambre o los deseos de comer sino también, porque sobre éste es donde mayor impacto tiene nuestra dieta.
Es decir, si bien cada órgano del cuerpo resulta afectado por nuestra alimentación, es el cerebro el que en última instancia recibe la información acerca de nuestra dieta y en función de ésta gobierna al resto del cuerpo.
Asimismo, sobre nuestro cerebro podemos tener gran influencia con la alimentación si cuidamos la ingesta de determinados nutrientes que favorecen la conexión neuronal, la irritabilidad nerviosa, la memoria o la concentración y estado de alerta.
Entonces, hoy dedicamos unas líneas a mostrarte cómo comiendo sano puedes volverte más listo y sacar el mayor provecho posible a tu cerebro con ayuda de la alimentación.
Alimentos para nutrir al cerebro
Para que en tu dieta no falten alimentos con buenos nutrientes para el cerebro y su funcionamiento, a continuación te contamos cuáles son los ingredientes que debes incorporar a alimentación habitual:
Frutos secos: almendras, nueces, cacahuetes u otros no deben faltar en la dieta habitual si queremos nutrir el cerebro, pues su contenido en ácidos grasos omega 3 así como su aporte de vitamina E y selenio, con función antioxidante y antiinflamatoria, favorecen la circulación sanguínea y la llegada de oxígeno al cerebro. Además, los ácidos grasos forman parte de neuronas y mejoran su funcionamiento.
Pescados frescos: sobre todo atún, sardinas, salmón y otros pescados grasos, por su contenido en omega 3, favorecen el funcionamiento del cerebro. Pero además, aportan proteínas de buena calidad que estimulan la producción de neurotransmisores que facilitan el flujo de información entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Cereales integrales: pastas, arroz integral, avena, salvado y demás, son fuentes de hidrato de carbono en nuestra dieta, y éstos nutrientes son la principal fuente de energía que se convierte en glucosa y es el alimento predilecto del cerebro. Su escasa presencia en la dieta, por ejemplo, ante dietas muy restrictivas, puede producir falta de concentración y memoria.
Té, chocolate negro o café: tienen sustancias estimulantes del sistema nervioso central y polifenoles antioxidantes, por lo que mejoran el nivel de atención así como la memoria y la concentración.
Frutas y verduras frescas: su gran contenido en vitaminas y minerales diversos así como en antioxidantes destacados como los flavonoides, favorecen la irrigación sanguínea al cerebro, reducen la inflamación y el riesgo de ataques cerebrales así como también, ayudan a mantener una mente sana y joven.
Aceite de oliva: sus grasas buenas así como su contenido en vitamina E sin duda lo convierte en un alimento ideal para el cerebro, pues mejora su funcionamiento así como la llegada y salida de información hacia otras partes del cuerpo.
Con estos alimentos en tu dieta habitual, puedes alimentar tu cerebro y volverte más listo comiendo sano, aunque no debemos olvidar que la práctica regular de actividad física, el buen descanso y el ejercicio cerebral son de gran ayuda para preservar la inteligencia y sacar el mayor provecho posible a nuestra capacidad intelectual.
Ya sabes, comiendo sano puedes ganar en atractivo físico así como en atractivo intelectual al mejorar tus cualidades mentales.