Londres, 18 oct (EFE).- Los procesos de inflamación cutánea "entrenan" a la piel para que pueda sanar futuras heridas de manera más rápida, según los hallazgos de un estudio divulgado hoy por Nature.
La investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad Rockefeller, en Nueva York, detectó que las lesiones cutáneas u otras experiencias inflamatorias generan "recuerdos" a largo plazo en las células madre que residen en la piel, enseñándoles a curar de manera más veloz futuras heridas.
El estudio proporciona la primera evidencia de que la piel puede formar recuerdos a partir de una respuesta inflamatoria, un hallazgo que podría tener importantes implicaciones para comprender y tratar mejor ciertas dolencias, apunto la líder del estudio, Elaine Fuchs.
"Al reforzar la respuesta ante la inflamación, estos recuerdos ayudan a que la piel mantenga su integridad, una característica que es beneficiosa para sanar heridas después de una lesión", explicó.
Según la experta, "este recuerdo podría, sin embargo, también tener efectos adversos, como contribuir a una recaída de ciertos desórdenes inflamatorios, como la psoriasis".
La piel puede inflamarse con rapidez, bien a causa de quemaduras solares, ataques de microbios, o cortes, y volverse roja, hinchada u ocasionar dolor, pues el cuerpo busca la manera de revertir el daño e iniciar su reparación.
Desde hace tiempo, la comunidad científica tiene constancia de que el sistema inmunológico mantiene el recuerdo de la inflamación a fin de responder de manera más veloz a infecciones recurrentes.
No obstante, el equipo de investigadores sospechó que podría haber otros tipos de células que recordaran procesos inflamatorios de una manera similar.
Por ello, se centraron en la piel, al considerarla el lugar más lógico para investigar, pues representa la barrera protectora del cuerpo humano y afronta numerosas agresiones, según la revista.
Pronto observaron que la mayor parte de las células alojadas en la parte más externa de la piel, el epitelio, no permanecían ahí el tiempo suficiente para formar recuerdos y que, en lugar de eso, migraban a través de él hasta eventualmente desprenderse.
En cambio, las células madre que residen en capas más profundas son las responsables de rellenar esos espacios de manera continua y permanecen tiempo después de que la piel se haya recuperado de una inflamación.
Al llevar a cabo algunos experimentos con ratones, los científicos Shruti Naik y Samantha B.Larsen vieron, entre otras cosas, que las heridas cicatrizaban dos veces más rápido en las pieles que ya habían experimentado episodios de inflamación que en aquellas que nunca habían sufrido daños.
"Comprender mejor cómo la inflamación afecta a las células madre y otros componentes de los tejidos revolucionará nuestro entendimiento de muchas enfermedades, como el cáncer, y derivará probablemente en terapias novedosas", apuntó Naik.