Todo el que tiene una mascota en casa experimenta un curioso cambio de mentalidad: empieza a diferenciar a "los animales" de "su" animal. Esto, que parece una obviedad, es una de las mejores sensaciones que te puede aportar tener un animal de compañía: la alegría de diferenciarlo, y de que él te diferencie a ti.
Las mascotas no son solo grandes modelos para nuestras fotos en las redes sociales (que también), o la compañía perfecta. Tener una mascota ha demostrado tener grandes beneficios para la salud física y mental de sus dueños.
1. Menos alergias
Antes se creía que en un hogar con mascotas, los niños podían desarrollar más alergias y que por tanto animales y mascotas eran incompatibles.
Ahora nuevos estudios sugieren que los niños que crecen en contacto con animales con pelo, desde gatos o perros hasta animales de granja, tienen un sistema inmune más robusto y presentan un menor riesgo de desarrollar alergias y asma.
2. Ejercicio para los más mayores
A medida que envejecemos, un estilo de vida demasiado sedentario puede adelantar o empeorar los problemas de movilidad. Tener una mascota de la que cuidar, especialmente un perro, es la excusa perfecta para seguir manteniendo cierta actividad física, aunque sea leve, que asegura una mejor salud locomotora.
3. Socialización para la salud mental
Tanto en personas con una timidez limitante como en las que padecen algunas enfermedades mentales como depresión, la incapacidad para socializar con normalidad supone un problema añadido que reduce su calidad de vida. Las mascotas son de gran ayuda en estos casos, ya que suponen un interés común con otras personas del que en general es sencillo y agradable hablar.
4. Menor riesgo de depresión
De hecho, tener una mascota reduce el riesgo de padecer depresión. Jugar con un perro, igual que otras actividades que nos resultan agradables, aumenta los niveles de dopamina y serotonina, hormonas relacionadas con sentimientos positivos y menos ansiedad.
5. Menos hipertensión
Tener un perro reduce el riesgo de padecer hipertensión, y también de padecer hipercolesterolemia. El motivo es muy sencillo: pasear a tu mascota es una forma de hacer ejercicio regularmente cada día, una de las formas de cuidar tu salud cardiovascular.
6. Mejor pronóstico tras un infarto
Varios estudios han mostrado que las personas que han sufrido un ataque al corazón o que tienen un ritmo cardíaco anormal y que tienen una mascota tienen más probabilidades de vivir más tiempo que aquellas que no la tienen. En general, tener una mascota parece ser una forma de protegerse ante las enfermedades cardiovasculares.
7. Mejor gestión del estrés
Acariciar, pasear o jugar con tu mascota es una forma de reducir el estrés: es una forma de desconectar de la rutina, reduce la presión arterial y ayuda a liberar hormonas que contrarrestan el cortisol, la hormona relacionada con el estrés.
8. Menos visitas al médico
Las personas que tienen una mascota van menos al médico por problemas de salud menores. Según algunos expertos, cuidar de un animal otorga a sus dueños un mayor control sobre su vida y esto les ayuda a sobrellevar mejor molestias leves.
9. Mayor integración de los niños diferentes
Trastorno de déficit de atención e hiperactividad, trastornos del espectro autista, síndrome de Down… Diversos experimentos han comprobado que las dinámicas con mascotas, sobre todo con perros, ayudan a los niños que se sienten diferentes de sus compañeros a mejorar su autoestima y a integrarse mejor.
10. Ayuda, compañía y consuelo en el Alzheimer y la demencia
Para muchos pacientes que padecen enfermedades neurodegenerativas es igual de importante el tratamiento farmacológico como la actitud a la hora de sobrellevar la enfermedad. Una mascota ofrece compañía, es una fuente de afecto e incluso puede ser de gran ayuda para recordarles las horas de comer o llevarles de vuelta a casa en caso de extraviarse.
11. Ayuda con el síndrome post traumático
Las personas que han padecido un fuerte trauma, como un desastre natural, un asalto de algún tipo o que han participado en operaciones militares, entre otros, tienen un mayor riesgo de padecer un trastorno llamado síndrome post traumático que causa insomnio y pesadillas, flashback, explosiones de ira y desapego emocional entre otras cosas. El cariño de una mascota y los aumentos de dopamina que produce cuidarla son un buen remedio ante eso.