Si sientes una sensación de ardor constante en la parte alta del estómago y que se dirige hacia la boca así como dolor en el mismo área, puedes sufrir de reflujo ácido: te contamos por qué se produce y cómo podemos solucionarlo.
¿Qué es el reflujo ácido?
El reflujo ácido, como su nombre lo indica, es el regreso del flujo normal desde la boca hacia el estómago o en la parte alta del aparato digestivo. Dado que el contenido del estómago es ácido, se le llama reflujo ácido.
El nombre médico es reflujo gastroesofágico, ya que es el pasaje del contenido del estómago hacia el esófago, donde no debería haber líquidos ácidos y por ello, esta condición genera muchas molestias, sensación de ardor, dolor y hasta otras consecuencias más graves si el reflujo persiste en el tiempo y no se controla.
Incluso, aunque el síntoma más frecuente es la acidez, puede no estar presente y manifestarse con otros signos tales como problemas respiratorios, tos o dificultad para tragar, dada la irritación del esófago y parte alta del tubo digestivo que comparte con las vías respiratorias en nuestro cuerpo.
¿Por qué se produce?
El esófago es la porción de nuestro aparato digestivo que conecta faringe (un corto pasaje después de la boca) con estómago. Este tubo posee un esfínter o músculo que se abre y cierra ante el pasaje de alimento tanto en su inicio como en su final en contacto con el estómago.
Cuando este último músculo o esfínter no se cierra bien, ya sea porque el músculo no está desarrollado correctamente (sobre todo ocurre en bebés y niños) o cuando está herniado, el contenido del estómago no queda allí sino que fácilmente regresa al esófago llevando consigo jugos gástricos muy ácidos que son los que irritan la parte alta del aparato digestivo pudiendo ocasionar severas consecuencias además de una sensación muy molesta y dolorosa.
Posibles soluciones ante el reflujo ácido
Aunque muchas veces se acude a medicinas y en casos extremos a cirugías del músculo que no funciona adecuadamente y permite el regreso del flujo del estómago hacia el esófago, la realidad y experiencia indica que muchas otras medidas que podemos aplicar en casa son de gran utilidad.
Desde que nació mi bebé tiene reflujo y en ellos como en los adultos, las medidas posturales, higiénico- sanitarias y también una buena dieta resulta clave para evitar el regreso del contenido del estómago al esófago así como también, para aliviar las molestias que suele ocasionar esta enfermedad.
Así, algunas posibles soluciones más allá de las medicinas son:
Evitar ropa que ajuste la cintura o comprima el estómago, ya que las fuerzas físicas ayudarán a que el contenido de este órgano suba y pase con facilidad al estómago.
No acostarse ni ponerse en posición horizontal justo después de beber o comer, ya que la fuerza de gravedad impedirá que el estómago retenga lo recién llegado a este órgano.
Evitar las comidas o preparaciones muy condimentadas o ácidas, porque agravan la sensación de ardor, acidez y dolor que ocasiona el reflujo.
Consumir alimentos de ph alcalino, tales como frutas y verduras, sobre todo cocidas para favorecer su digestión, cereales y derivados y legumbres muy bien cocidas.
Evitar las bebidas alcohólicas y el cigarrillo, porque irritan aun más el esófago y por ello, pueden ocasionar mayores molestias.
Priorizar los platos fáciles de digerir como son aquellos no muy grasos ni condimentados y con fibra ya modificada por cocción, ya que facilitan el pasaje del estómago al intestino y por lo tanto, reducen las posibilidades de que el contenido regrese al esófago.
Evitar las bebidas carbonatadas o con gas que distienden con aire el estómago y ello favorece el regreso del contenido al esófago al incrementar el volumen del mismo.
Reducir las porciones de comidas y bebidas, intentando beber más cuando no se come y viceversa, ya que de esta forma el estómago elimina con facilidad su contenido disminuyendo las posibilidades de reflujo.
Evitar el ayuno prolongado, pues el estómago vacío también genera ácido y si éste no se utiliza para digerir alimentos puede pasar como tal al esófago produciendo más daño aun.
Mantener un peso saludable, porque un sobrepeso u obesidad genera más presión en el estómago dado el mayor volumen abdominal y esto, como dijimos anteriormente, favorece el reflujo.
Una dieta sin frituras ni alimentos con excesivas cantidad de grasas y con variedad de ingredientes de origen vegetal ante todo puede ser de mayor ayuda para prevenir y controlar el reflujo como lo ha señalado un estudio publicado en la revista JAMA.