El huevo es un alimento muy completo y con muchas propiedades nutricionales. Ha sido perseguido injustamente por su falsa relación con incrementos de los niveles de colesterol. Los expertos aconsejan de 3 a 5 huevos semanales, ya que además de proteínas de alto valor biológico contienen vitaminas y minerales.
Las proteínas del huevo se encuentran en una perfecta relación entre cantidad y calidad de los diferentes aminoácidos que necesitamos, tal es así que la proteína del huevo se toma como referencia para establecer el valor biológico de las proteínas de los diferentes alimentos. La calidad de la proteína del huevo es la mayor de cualquier alimento integral.
Vitaminas como la A, B2, B12, D y E podemos encontrarlas en el huevo y nos proporcionará gran parte de las cantidades diarias recomendadas. Lo mismo sucede con los minerales: Fósforo, Selenio, Hierro, Yodo y Zinc. Teniendo en cuenta lo importante que son las vitaminas y minerales en el deportista debemos de conciencieranos de la importancia de este alimento.
La yema del huevo también es falsamente temida por contener “mucha grasa”. Debemos de tener en cuenta que aunque la mayor parte de la energía del huevo sea gracias a la grasa, un huevo sólo tiene unos 8 gramos de grasa y de los temidos ácidos grasos saturados sólo contiene un tercio. La relación entre ácidos grasos poliinsaturados y saturados (AGP/AGS), es perfecta (0,55).
En cuanto al mito del colesterol, ya está demostrado que aunque el huevo tiene una cantidad notable de esta grasa, no toda se absorbe ni supone un riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Por tanto el huevo no es un alimento tabú que hay que mirar con reticencia por su pasado polémico debido a su contenido en colesterol. Hay muchos modos de disfrutar de este alimento, de su cocinado va a depender sobre todo que el aporte calórico se aumente o se mantenga.