México, 12 oct (EFE).- La trombosis, en sus diversos tipos, se presenta en personas de cualquier edad y no siempre se toma con la seriedad necesaria, ya que puede derivar en afectaciones mayores e incluso servir como advertencia o puente a enfermedades más graves, dijo a Efe el cardiólogo José Galván.
El cirujano cardiotorácico del Centro Médico Nacional La Raza de México reconoce que "definitivamente" la trombosis funciona a modo de puente hacia otras enfermedades y exhorta a que sea "tomada en cuenta muy puntualmente, sobre todo en grupos que están en riesgo de desarrollar enfermedades".
"Una de cuatro personas que sufre una complicación grave guarda alguna relación con algún tipo de trombo", asegura.
Ya sea venosa o arterial, la trombosis es una interrupción del flujo normal de sangre a partir de la acumulación de sustancias de la misma sangre que acaban formando un coágulo o trombo y, dependiendo de dónde, puede llegar a ser altamente peligroso para la salud.
El bloqueo puntual del flujo sanguíneo puede aparecer en cualquier parte del cuerpo y "una falla intravenosa" suele darse en las extremidades o la pelvis de manera común, ya sea debido a un traumatismo o inclusive a factores endógenos, explica Galván.
"A veces un traumatismo o golpe que daña la parte interna del vaso sanguíneo favorece la formación de este tipo de complicaciones", asegura.
Sin embargo, el cardiólogo advierte de que a veces estos trombos "pasan desapercibidos" o no se les aplican las atenciones adecuadas, lo que propicia que puedan expandirse hacia otras partes del cuerpo más vulnerables a enfermedades graves.
Estas obstrucciones en la sangre "se desprenden" y se posicionan en diferentes partes del cuerpo, impidiendo un correcto flujo sanguíneo de abdomen, pulmones o incluso cerebro.
"Es posible que se desprenda (el coágulo) y vaya a la circulación pulmonar, generando un tromboembolismo pulmonar", explica el doctor, quien pide atención especial, ya que "puede llegar a incapacitar a la persona" o provocarle la muerte.
La trombosis arterial es otra vertiente más compleja y peligrosa pues nace e incide directamente en diferentes lugares del cuerpo humano, "todos ellos graves", como el corazón o el cerebro, pudiendo generar un ictus u otras enfermedades cerebrales.
"La estadística de infarto es alta" en edades avanzadas, asegura Galván, quien relaciona el trombo o coágulo con el paro cardiaco.
La trombosis es enemiga de malos hábitos como el sedentarismo o el tabaquismo, que aumentan el riesgo de padecerla y la vuelven a relacionar con epidemias como la obesidad.
"El tener las piernas quietas provoca que la sangre no se movilice con la suficiente velocidad y se quede parcialmente estacionada, favoreciendo que se vayan acumulando los elementos de la sangre que forman los trombos", precisa el doctor.
El experto añade que el sedentarismo "está muy apegado a la obesidad y a los malos hábitos nutricionales".
Otros factores como la ingesta de anticonceptivos en las mujeres o inclusive el cáncer puede favorecer la trombosis.
Desde hace tres años el 13 de octubre se celebra el Día Mundial de la Trombosis para concienciar y advertir de los peligros de esta dolencia.