Todo el que sea aficionado a practicar deportes de alta resistencia (correr maratones, practicar triatlón…) estará familiarizado con la llamada diarrea del corredor. Con ese nombre se engloba a una serie de trastornos gastrointestinales, que van desde la simple acumulación de gases, hasta la necesidad súbita e imperiosa que siente el atleta de defecar.
Las causas son muy variadas, entre ellas la acumulación excesiva de glucosa en el organismo provocada por el consumo de bebidas y barritas energéticas, a las bacterias. Pero, ahora, una investigación realizada por especialistas de la Universidad de Tasmania, en Australia, han descubierto un posible remedio.
Y consiste en seguir una dieta baja en FODMAPs. Con ese nombre se hace referencia a una serie de compuestos que están presentes en alimentos como los lácteos, la cebolla, la coliflor… Dichos compuestos se digieren mal y acostumbran a fermentar en el intestino, provocando gases y flatulencias.
Los investigadores comprobaron que los atletas que seguían una dieta baja en gluten tenían menos problemas intestinales, pero estos eran aún menos frecuentes en quienes seguían una dieta baja en FODMAPs. Para los autores del estudio está claro que las causas de la diarrea del corredor se deben a los cambios que el esfuerzo físico provoca en el organismo. Pero los resultados de este estudio confirman que los FODMAPs contribuyen a empeorarlos.
En contexto
Por otro lado, un equipo internacional de investigadores, liderado por ingenieros biomédicos de la Universidad de Sídney (Australia), ha desarrollado un pegamento quirúrgico elástico y adhesivo que podría transformar por completo los tratamientos de emergencia sellando heridas críticas en la piel o los órganos, sin la necesidad de emplear grapas o suturas. Y todo en un minuto.
El gel se basa en una sustancia bautizada como Me-Tro, una proteína híbrida elástica, que puede ser inyectada tanto en heridas internas y externas para sellarlas y estimular la curación.