Existe un interés creciente en la comunidad científica por el estudio de la morfología facial. Ahora, un estudio desarrollado por expertos de la Universidad de Nipissing en Ontario (Canadá) y que recoge la revista Archives of Sexual Behavior, concluye que el tamaño y la forma de la cara pueden predecir el deseo sexual y la probabilidad de engañar a la pareja.
Los expertos exponen sus conclusiones en dos estudios separados. En el primero, examinaron a 145 estudiantes universitarios de ascendencia caucásica (el 48% eran hombres) que mantenían una relación sentimental heterosexual en el momento del estudio. Cumplimentaron diversos cuestionarios acerca de su comportamiento sexual y su deseo sexual y se realizaron fotografías de su rostro. También se tomaron medidas de las proporciones de su cara para obtener el índice FWHR (high facial width-to-height ratio), una medida del ancho y largo de la cara.
¿Cómo se mide el índice FWHR?
El ancho se mide por la parte más amplia de la cara, mientras que el largo del rostro se mide desde la parte de arriba de las cejas hasta el labio superior.
El segundo estudio, fue similar al anterior pero con una muestra mayor: 314 participantes, con el fin de ver si podrían replicar los hallazgos en una muestra más amplia, añadiendo a la mezcla preguntas sobre su orientación sexual, las posibilidades de considerar infieles a sus parejas y la orientación sociosexual (inclinación personal hacia el sexo casual).
Ambos estudios llegaron a la misma conclusión: los hombres y las mujeres con mayor índice FWHR (es decir, con rostro más ancho, más cuadrado y más corto), presentaban una mayor libido o deseo sexual que las personas con caras más pequeñas y estrechas. Además, estaban también más abiertas a tener relaciones sexuales casuales y podrían plantearse ser infieles a su respectiva pareja, aunque esto último solo fue asociado a los resultados en los varones, es decir, que los hombres con caras anchas y cuadradas pueden ser más propensos a la infidelidad y sentirse más cómodos con la idea de mantener deseo casual.
"Juntos, estos hallazgos sugieren que las características faciales podrían transmitir información importante sobre las motivaciones sexuales humanas", comenta Steven Arnocky, líder del trabajo.
Según los autores, esta es la primera vez que la investigación vincula el FWHR humano con el deseo sexual y la psicología sexual.
Aunque el estudio es puramente observacional y no puede explicar la causalidad, los investigadores apuntan a la testosterona como posible factor responsable de los resultados, así lo informa Muy Intersante.es
Limitaciones del estudio
La muestra de población era bastante limitada; eligieron a estudiantes universitarios como sujetos del estudio en el supuesto de que el interés sexual es más alto en la edad adulta temprana, pero esta suposición es discutible. En segundo lugar, la medida por la infidelidad era, según los autores, bastante restringida. Apenas dos valores del cuestionario abordaron esta cuestión. Por último, los investigadores sugieren que la investigación futura debe explicar otros factores que pueden influir en el comportamiento sexual, como las creencias conservadoras sobre el sexo o la pasividad sexual.