Según una nueva investigación realizada por científicos de la Escuela de Salud Pública Harvard TH Chan (Estados Unidos) publicada en la revista especializada Environmental Health Perspectives, aquellas mujeres que viven en áreas urbanas con alta contaminación lumínica y, especialmente aquellas que trabajan en turnos de noche, tienen un mayor riesgo de sufrir un cáncer de mama.
Según ha explicado Peter James, autor principal del estudio, "en esta sociedad industrializada, la iluminación artificial es prácticamente ubicua. Nuestros resultados sugieren que esta amplia exposición a la luz artificial durante horas nocturnas puede representar un nuevo factor de riesgo para el cáncer de mama". No es el primer estudio que afirma que la luz puede tener efectos perjudiciales para nosotros. Investigaciones previas ya habían sugerido que exponerse a la luz artificial durante la noche contribuye a bajar los niveles de melatonina, lo que, en consecuencia, altera nuestros ritmos circadianos.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos estudiaron en profundidad a 110.000 mujeres durante 24 años (1989-2013): dónde residían, si hacían turnos nocturnos, su estado de salud y también su nivel socioeconómico. Fue así cómo los investigadores detectaron que aquellas mujeres que vivían en zonas con alta contaminación lumínica tenían alrededor del 14% más de riesgo de padecer cáncer de mama que aquellas que vivían en zonas menos iluminadas. Hay que señalar que este efecto sólo se detectó en mujeres fumadoras, exfumadoras y premenopaúsicas.
Según explican los investigadores, es probable que el mayor riesgo sea para las mujeres que trabajan en turno de noche a consecuencia de que este turno laboral y la luz artificial influyen en el ritmo circadiano, lo que favorece la aparición del cáncer de mama, así lo informa el portal web Quo.