Cuando nos sentimos ansiosos y con algún cuadro de estrés, es muy común correr al refrigerador y comer todo lo que podamos, entre esas cosas siempre se nos antoja dulces, comida chatarra, sodas, entre otros. En realidad, no es por casualidad que corremos a buscar este tipo de comida y es que, el cerebro activa la sensación de placer cada vez que ingerimos comida chatarra, lo que quiere decir, que la ansiedad y el estrés son los culpables de tener a la gran población mundial en sobrepeso o lo más seguro, propensos a la diabetes.
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Digo que son los culpables porque obviamente no podemos evitar que nos pasen sucesos que desencadenen estrés o ansiedad, pero, lo que si podemos es atacar esto, en el momento que se presenten y mejor aún crear un hábito, del cual, aprenderás a llevar una vida más tranquila y de eso, te hablaremos en esta nota.
Según Samantha Clayton, directora de educación física mundial, lo ideal después de un largo y agotador día o también si está empezando, es hacer una rutina de yoga, pero ¿cómo?, pon como prioridad sacar 20 minutos de tiempo tranquilo para ti, sin pensar en nada que genere deberes por hacer, concéntrate en ti, y si piensas que necesitas estar en un lugar totalmente aislado estas equivocado(a), puedes meditar y hacer tu rutina de yoga, aunque halla ruido a lo lejos.
Lo que si es fundamental es que intentes sentarte o acostarte en un lugar cómodo donde te encuentres relajado. Puedes mantener los ojos abiertos o cerrarlos, solo haz lo que te sienta bien.
También concéntrate en tu respiración. Siente el aire entrando y saliendo de tu cuerpo. Simplemente sé consciente de tu respiración y cómo se siente. No te obligues a respirar por la nariz o hacer respiración de vientre, comienza sencillo, mientras más te vayas acostumbrando, encontrarás la respiración que mejor se acomode a ti.
Por último, no permitas que pensamientos negativos te inunden en esos momentos de meditación, redirige cualquier preocupación o pendiente al ritmo de tu respiración.