Los tres problemas orales más comunes durante el embarazo

mujeres japonesas

El embarazo provoca muchos cambios físicos y psicológicos en las mujeres. Las futuras mamás son más vulnerables a diversas enfermedades debido a las fluctuaciones hormonales, incluyendo las que afectan a la boca.

Por lo tanto, durante los nueve meses de embarazo, es importante que preocuparse por la higiene oral y los problemas que pueden producirse por un descuido con los dientes. Estos son los más comunes:

Enfermedad de las encías: el aumento de la progesterona y los estrógenos, lo que aumenta las encías flujo de sangre, facilita la inflamación en esta área, que puede resultar en hemorragia durante el cepillado.

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Salivación: se produce en el primer trimestre del embarazo, y viene por las fluctuaciones hormonales constantes. Es posible reducir exceso de salivación con una carpeta de dientes mentolados.

La erosión del esmalte dental: se produce principalmente debido a las náuseas y los vómitos causados ??por el embarazo. La erosión del esmalte puede resultar en los dientes sensibles a los alimentos fríos y ácidos.

La prevención es el mejor método para prevenir los problemas dentales durante el embarazo. En primer lugar, es esencial para mantener, más que nunca, una rutina de higiene dental adecuada con el cepillado adecuado utilizando tanto la correa como un enjuague bucal.

Otro aspecto importante para prevenir problemas dentales durante el embarazo es visitar a un dentista tan pronto como se descubre el embarazo para llevar a cabo una revisión exhaustiva y hacer una buena limpieza de la boca.

 

Investigación derriba mitos de la fertilidad eterna del hombre

También los hombres están sometidos al paso del reloj biológico. Así lo reveló un nuevo estudio, que desmiente el mito -alimentado por varios ejemplos célebres- según el cual el hombre puede engendrar un hijo durante la vejez sin problemas.

El estudio, conducido por un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y del Beth Israel Deaconess Medical Center de Boston, mostró que las chances que tiene una pareja de tener un hijo caen significativamente al aumentar la edad del hombre, aun cuando la mujer esté en sus años más fértiles.

Los científicos, liderados por Laura Dodge, estudiaron cerca de 19 mil ciclos de fecundación in vitro en la zona de Boston entre 2000 y 2014.

Las mujeres fueron divididas en cuatro grupos basados en la edad: las que tenían menos de 30 años, las que tenían entre 30 y 35, las de 35 a 40 años y, por último, la que tenían entre 40 y 42.

Los hombres fueron separados en los mismos cuatro grupos de edad, más otro en el que se incluyeron los que tenían más de 42 años.