Con los días fríos las personas toman menos agua, ingieren comidas más calóricas (más carbohidratos y azúcares refinados), disminuyen el consumo de fruta (fibra) y disminuyen su ejercicio físico, todos factores que ponen más lento el tránsito intestinal.
El Instituto de Previsión Social (IPS) refiere sobre algunos puntos sobre el estreñimiento que a más de uno le ha afectado, ya sea por la alimentación, bajo consumo de agua, falta de ejercicio o estrés, pero también hay que destacar los grupos de la población más propensos, como son las embarazadas, adultos mayores y niños.
¿Qué es el estreñimiento?
No es solo la ausencia de deposición, como se cree. Se dice que una persona tiene estreñimiento cuando presenta dos o más de los siguientes síntomas: esfuerzo exagerado para evacuar; deposiciones duras o en forma de esferas pequeñas; sensación de evacuación incompleta (quedar con ganas); percepción de que algo obstruye la deposición; necesidad de extracción mecánica de la materia fecal y menos de tres deposiciones por semana.
¿Entonces, la deposición no debe ser diaria?
No necesariamente. Incluso, si hay deposiciones todos los días, pero se acompañan de alguna de las molestias antes descritas, también existe. Por el contrario, tres deposiciones a la semana es una frecuencia normal si están libres de otros síntomas.
¿Qué tipos de estreñimiento hay?
Puede ser primario por alteraciones en el colon, en el recto o en el ano o secundario, cuando es consecuencia de otras enfermedades.
¿Por qué se produce?
En algunos casos se debe a una disminución en los movimientos del colon (inercia colónica por trastornos neurológicos); en otros a que, en la deposición, el esfínter rectal no se abre, sino que se cierra, paradójicamente (disinergia del piso pélvico) y hay un tercer grupo en el que el colon tiene buen movimiento, hay deposiciones diarias, pero acompañadas de esfuerzo.
¿Qué complicaciones puede tener?
El estreñimiento no es una mera molestia y puede provocar infecciones urinarias a repetición, alteración de la sexualidad por disminución de la libido y los orgasmos; incontinencia fecal, cálculos biliares, fisuras anales y en adultos mayores puede acarrear isquemia del colon, úlceras rectales y salida involuntaria de la orina, incluso durante el sueño. Para su diagnóstico, se requiere de un buen examen clínico, pero pueden requerirse análisis adicionales, como imágenes del tránsito intestinal.
¿Y, entonces, cómo se trata?
La base está en hacer un buen diagnóstico. Para la inercia del colon se requieren medicamentos específicos e incluso manejo quirúrgico; la disinergia del piso pélvico debe tratarse con terapias de reeducación neuromuscular para volver a aprender a hacer deposición y en los casos secundarios hay que tratar la enfermedad que lo produce. En todos los casos, puede requerirse soporte de tipo psicológico.
¿Y el agua, el ejercicio y la fibra?
El agua se absorbe en su mayoría en el intestino delgado y si el cuerpo la necesita lo indica con la sed; de ahí que no hay razón para creer que el estreñimiento es por falta de líquidos.
La fibra puede acelerar el tránsito intestinal, ablandar las heces y aumentar su volumen, pero la evidencia científica ha demostrado que su utilidad es pobre en casos de inmovilidad del colon y disfunción del piso pélvico; el ejercicio tiene beneficios generales para el organismo, pero en los casos crónicos y severos no representa mucha ayuda.