¿Te ha pasado que te recomiendan el consumo de brócoli, berro, acelgas u otros vegetales pero no te apetecen en absoluto? No estás solo en esto sino que son muchos los alimentos que nos dicen que son súper sanos pero saben horrible. Por ello, hoy te contamos cómo puedes sustituir los mismos para obtener similares nutrientes y/o propiedades para el organismo.
A continuación mostramos algunos alimentos que no suelen resultar atractivos al paladar, sus principales nutrientes y diferentes ideas así como alternativas para sustituirlos
Brócoli
El brócoli es un alimento que ofrece muchos nutrientes de calidad para el organismo así como fitoquímicos con efecto antioxidante y antiinflamatorio. Entre ellos destaca el potasio, calcio, fibra, vitamina C y compuestos sulfurados.
Éstos últimos son los responsables de su fuerte aroma y sabor pero también, de su efecto protector ante el cáncer. Los mismos compuestos los encontramos en otras coles así como en ajo y cebollas que pueden resultar más agradables al paladar.
También podemos sustituir el brócoli por kale, bimi, espinaca, col lombarda, coles de Bruselas, berro y frutos secos que ofrecen calcio, potasio, fibra y excepto los frutos secos, vitamina C.
Además, puede ser de mucha ayuda incluir el brócoli en preparaciones diferentes, como pueden ser medallones, hamburguesas veganas, empanadillas y muchas más. Y una buena opción para reemplazar al brócoli es el bimi, que posee valiosas propiedades con un sabor mucho más suave y agradable al paladar.
Coliflor
La coliflor también pertenece a la familia de las coles y comparte con el brócoli buenos nutrientes como el potasio, la fibra y la vitamina C así como los compuestos sulfurados.
Podemos reemplazar este alimento por berro, espinacas, pimientos, coles de Bruselas, col lombarda, kale, pomelo y guayaba. Estas últimas frutas no poseen compuestos sulfurados como así tampoco las espinacas y los pimientos, pero sí aportan los otros nutrientes que la coliflor ofrece al organismo y por lo cual resulta muy saludable.
Igualmente, recomendamos probar platos que incluyan este ingrediente como el cuscús de coliflor o pizza con masa de esta hortaliza en donde la coliflor casi no se percibe.
Berros
Los berros son una hoja verde diferente del resto cuyo problema no es que sabe feo sino que sabe soso al paladar. Por ello, debemos saber que concentran calcio, hierro, y es una de las verduras con más proteínas así como una de las mejores fuentes de vitamina C para el organismo.
Por lo que podemos buscar alternativas para sumarlo a la dieta no sólo en ensaladas sino también, en tortillas, empanadas, salsas, aliños y hasta pasteles salados.
Asimismo, podemos sustituir el berro por coles, espinacas, acelgas, judías verdes planas, orejones de melocotón, fresas y fresones que aportan similares nutrientes al organismo.
Espinacas y acelgas
Las espinacas y acelgas son excelente fuente de hierro, vitamina A, carotenos, potasio, calcio y resultan poco sabrosas al paladar en muchas personas, por lo que debemos saber que podemos cocinarlas de manera diferente o bien, sustituirlas por otros alimentos con semejantes nutrientes.
Algunos ingredientes que pueden reemplazarlas son zanahorias, berro, pimentón, orejones de melocotón, pak choi, bimi y huevos. En este último caso debemos aclarar que aunque reemplazan muy bien sus nutrientes e incluso, ofrecen proteínas así como hierro de origen animal poseen más calorías que estas hojas verdes.
También podemos probar nuevas recetas con estas hortalizas como pueden ser tortitas de espinacas, zumos, hamburguesas de acelgas y arroz, acelgas arcoiris salteadas con jamón o smoothies.
Calabacín
El calabacín es una verdura hidratante y muy ligera debido a su alto contenido acuoso, pero además, es fuente de potasio y vitaminas del complejo B.
Pertenece a la familia de las cucurbitáceas y podemos reemplazarlo por ingredientes de la misma familia como el pepino, así como también por berenjenas, rúcula, escarola, espárragos, lechugas y cítricos.
Con calabacín podemos elaborar variedad de platos con gran sabor que pueden volver más atractivo al paladar este alimento, por ejemplo un tortilla de calabacín, unos zoodles o falsos tallarines, unas tortitas ligeras saladas o una crema de calabacín con chalotas confitadas y queso de cabra.
Aunque ningún alimento posee exactamente las calorías y nutrientes de otro, podemos obtener las vitaminas y minerales en otro o varios alimentos que nos resulten más sabrosos; por ello, la clave está en llevar una dieta lo más variada posible.