Las llamadas leches vegetales, especialmente la de soja, están de moda, entre otras cosas por ayudar a mantener los niveles de colesterol en límites aceptables. Pero sus propiedades parecen no ser tan positivas cuando se trata de niños. Un nuevo estudio realizado por investigadores del St. Michael’s Hospital de Toronto, en Canadá, ha revelado que su consumo habitual puede afectar al crecimiento de los más pequeños.
Según los datos del estudio, los niños que toman leche de soja son entre 0,30 y 14 centímetros más bajitos que los que consumen leche de vaca. Este informe se suma a otros ya existentes que alertaban sobre los riesgos de alimentar a los niños de corta edad con leches de origen vegetal. Uno de ellos fue realizado en 2016 por la Unidad de Nutrición Clínica del Hospital 12 de Octubre de Madrid, y por la Unidad de Nutrición y Metabolopatías del Hospital Universitari Politécnic «La Fe» de Valencia.
Analizaron los componentes nutricionales de diversos tipos de leches vegetales, entre ellas la de soja, y llegaron a la conclusión de que su valor nutritivo era bastante bajo, y que usarla de modo habitual en la alimentación infantil podían provocar anemia, desnutrición e incluso raquitismo. Solicitaban también que se indicase que no era recomendable su consumo en niños menores a los dos años, y que no debían sustituir nunca de forma total a la leche de vaca.
Y si nos remontamos más atrás aún, ya en 1930, un informe del departamento de Salud Pública de la facultad de medicina de Pekin, relataba que, aunque la leche de soja era un alimento muy habitual en la dieta china, su consumo solo era muy habitual entre las personas de edad avanzada, y que casi nunca se les daba a los niños.