Así lo han advertido los especialistas que asistieron en Bilbao al 7.º Congreso Internacional del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).
Ante la tendencia creciente a retrasar la maternidad, los expertos en reproducción asistida han recordado que cuando la mujer llega a la pubertad tiene una reserva ovárica de 400,000 ovocitos, de los que gasta casi 1,000 en cada ciclo menstrual.
Por tanto, a partir de los 35 años, esa reserva ovárica ya está en casi “el 10 por ciento del total y la calidad de los óvulos es peor, y nos encontramos con que una mujer de 40 años apenas tiene óvulos buenos para gestar un niño sin fallos reproductivos o cromosómicos”, afirmó el profesor José Remohí, copresidente y fundador de IVI.
Los investigadores de la Universidad de St. Andrews concretan en un 3 % la reserva ovárica de estas mujeres en la cuarentena.
Por todo ello, ha señalado que la congelación de ovocitos cuando se es todavía joven es una medida que permite dejar una puerta abierta a una maternidad tardía.
Preservar la fertilidad en pacientes oncológicos
Aunque el uso social es el mayoritario actualmente, no hay que olvidar que la vitrificación (congelación) para preservar la fertilidad nació para ayudar a preservar la fertilidad de pacientes oncológicos.
En este sentido, el congreso sirvió de marco para presentar los últimos avances en pacientes oncológicos infantiles, cuando todavía no han llegado a la edad fértil.
Vinculado con la tasa de supervivencia, la comunidad científica trabaja en evitar o disminuir los efectos secundarios de los tratamientos. Los casos estudiados hasta el momento presentan mayor tasa de éxito en niñas que en niños.
La técnica más usada es la congelación de tejido ovárico, y “ya se han conseguido nacimientos en madres que tuvieron cáncer en su etapa infantil y preservaron la fertilidad. No son en España, pero es una esperanza para otros casos similares”, ha indicado el doctor Juan Antonio García Velasco.
En esta primera jornada se ha mostrado una investigación llevada a cabo por el IVI en colaboración con el Hospital La Fe de Valencia, en la que se ha conseguido cuatro embarazos en pacientes que padecían fallo ovárico precoz mediante el rejuvenecimiento ovárico.
Esta es una de las líneas de investigación que dirige el profesor Antonio Pellicer, copresidente y fundador del grupo.