El asma se ha convertido en una enfermedad frecuente cuando las temperaturas descienden. Esta causa períodos repetidos de sibilancias (silbidos al respirar), presión en el pecho, dificultad para respirar y tos. Con frecuencia la tos se presenta por la noche o en las primeras horas de la mañana.Muchas de las personas que la padecen acuden al inhalador para poder paliar los síntomas.
Pero sin un uso constante, los pacientes pueden perjudicar más su salud. Ahora, hay algunos mitos que lo rodean. Por ejemplo, su adicción.
Según Fernando Zarzosa, neumólogo de Solidaridad Salud de Lince, el inhalador "es el método más recurrente para aquellos que padecen de asma, pero entorno a esta costumbre se han tejido distintos mitos y creencias, entre ellas que este fármaco crea adicción y dependencia, lo cual es falso".
Los efectos adversos son mínimos: solo un 3 y 5 por ciento de los usuarios se ven afectados.
"Por tratarse de una medicina focalizada en las vías respiratorias, reduce el riesgo de respuestas contrarias en la salud del paciente. En comparación con el Salbutamol que es de 4 miligramos, medicamento que se consume por vía oral, con el inhalador solo se absorbe 100 microgramos”, precisó.
Según informa el portal web La República, si se usa el inhalador, su efecto es de entre cuatro y seis horas. Acabado el tiempo, el paciente debe volver a aplicarse.
“Se tiene que esperar un minuto para una segunda aspiración, de tal manera que el medicamento ingrese de forma correcta al organismo. Si inhalamos dos veces seguidas sin hacer la pausa, es como si lo hiciéramos una sola vez y si no lo agitamos antes de usarlo, tampoco ingresará al organismo la dosis necesaria para controlar la crisis”, agregó Zarzosa.