Una de las cosas que más puede influir en el correcto desarrollo de los entrenamientos son las contracturas. Una de las más habituales son las que se desarrollan en la parte superior de la espalda, concretamente en la zona cervical. Nuestro ritmo de vida, los comportamientos que tenemos a diario y muchas veces el mal uso de nuestro cuerpo hacen que aparezca este dolor. Por ello en este post queremos dar algunos consejos para evitar este dolor que en muchos casos nos impide realizar nuestra vida y la actividad deportiva de manera normal.
Seguro que en más de una ocasión has pensado que el ejercicio es la causa de tu dolor cervical. Es cierto que a veces no hacerlo de la manera adecuada puede ser la causa, pero sobre todo lo que más nos afecta son las malas posturas y las costumbres que solemos tener y que no nos ayudan a la hora de conseguir una mejor salud cervical. Por ello es necesario tener presente una serie de consejos para prevenir las contracturas cervicales.
La importancia del trabajo muscular para ganar fuerza en la zona
Es cierto que el trabajo muscular de la espalda nos ayudará a conseguir unos músculos más fuertes y de este modo un mejor sostén de la columna vertebral. Esto es una ayuda importante a la hora de prevenir la aparición de dolor en esta parte del cuerpo. Lo mismo sucede con las cervicales, pero es importante saber trabajar la parte de manera adecuada, pues un mal entrenamiento puede acrecentar el dolor y la aparición de contracturas en esta parte.
Entrenar todas las partes del cuerpo con la misma intensidad
En primer lugar es necesario tener muy presente que la parte delantera del cuerpo, es decir, los músculos pectorales, bíceps o abdominales son antagónicos a los traseros, que serían toda la pared dorsal en su totalidad. Esto quiere decir que debemos trabajar de la misma manera y con la misma intensidad la parte delantera y la trasera para evitar desequilibrios. Uno de los principales motivos por los que aparecen contracturas cervicales es que la parte delantera tiene más tensión que la trasera, lo que hace que se establezca un desequilibrio importante en ambas partes, que normalmente acaba en una tensión excesiva en la parte cervical y en una contractura en esta zona.
Cuidado con los ordenadores
Además existen una serie de malas costumbres que afectan directamente a las cervicales. La gran mayoría de personas que padecemos de esta parte solemos trabajar mucho tiempo sentados frente a un ordenador. En estos casos es necesario controlar la postura frente al ordenador. Conseguir una silla que tenga un respaldo cómodo que abarque toda la espalda es esencial para mantener la zona descansada. Junto a esto es necesario que la pantalla del ordenador esté a la altura de la vista para mantener la cabeza recta, mirando al frente y evitar doblar el cuello hacia abajo para así no cargar la parte cervical.
Evitar doblar demasiado el cuello
Si hablamos de doblar el cuello, es importante que evitemos mirar al teclado cuando escribimos en el ordenador, ya que bajar la cabeza hacia el teclado hará que carguemos de tensión la zona cervical. Por ello es necesario que mantengamos la mirada al frente para aligerar la tensión en esta parte. Lo mismo sucede con la colocación de los brazos al escribir. Debemos mantenerlos relajados y nunca adelantados, pues volveremos a cargar tensión en la parte cervical. Para ello es bueno que el teclado esté lo más cercano a nosotros y los codos apoyados en la silla para que de este modo nos mantengamos en una postura relajada.
Algunos consejos para aliviar la tensión en la zona
Al margen de todos estos pequeños consejos es necesario que seamos capaces de aliviar la parte cervical y mejorar la postura. Los estiramientos de cuello serán muy útiles en estos casos y los podemos realizar a diario. Uno que recomendamos para evitar la tensión en la parte cervical consistirá simplemente en tumbarnos boca arriba mirando al techo. En esta postura nos mantendremos relajados y lo único que haremos será abrir los brazos extendidos en cruz. De este modo estaremos quietos unos 10 minutos. Lo que conseguiremos con esto es estirar toda la parte delantera y corregir la postura, aliviando gran parte de la tensión acumulada en la parte cervical. Es muy recomendable hacerlo a diario, ya que fomentaremos la producción de colágeno en las articulaciones de esta parte del cuerpo para mejorar su estado.
Además de esto, mantener siempre buenas posturas, ejecutar adecuadamente los diferentes ejercicios y se conscientes en cada momento de la posición de la espalda y evitar forzar esta zona y cargarla de tensión. Una muy buena actividad que podemos realizar es el yoga, que nos ayudará a estirar la zona y aliviarla de tensión y así evitar hacernos daño.