Unicef avisó hoy de que, pese a los progresos, cada año cerca de 20 millones de niños en el mundo siguen sin tener acceso a las vacunas que necesitan.
Según la agencia de la ONU para la Infancia, dos tercios de los niños sin vacunar viven en países afectados por conflictos y la pobreza continúa siendo un factor determinante en la salud de los menores.
A nivel global, los niños más pobres tienen casi el doble de probabilidades de morir antes de los cinco años que los más ricos, aseguró Unicef en un comunicado.
"Todos los niños, sin importar dónde viven o cuáles son sus circunstancias, tienen derecho a sobrevivir y progresar, libres de enfermedades mortales", señaló el jefe de Inmunización de Unicef, Robin Nandy.
La organización destacó las dificultades para acceder a vacunas que se dan en comunidades rurales, pero también más y más en ciudades y suburbios pobres.
Según la nota, cada año 1,5 millones de niños siguen muriendo alrededor del mundo por enfermedades que pueden prevenirse con vacunas.
Al mismo tiempo, Unicef recuerda los grandes progresos logrados en los últimos años gracias a un mejor acceso a la inmunización, acercando por ejemplo al mundo a la erradicación de la polio.
Entre los años 2000 y 2015, las muertes de menores de cinco años por sarampión se redujeron en un 85 % y las vinculadas al tétano neonatal en un 83 %.
También se atribuyen a las vacunas una parte del recorte en las cifras de muertes por neumonía y por diarrea logrado en ese periodo, recordó Unicef.
En 2016, la agencia de la ONU para la Infancia facilitó vacunas para casi la mitad de los menores de cinco años del mundo, con un total de 2.500 millones de dosis.
Las mayores cantidades se destinaron a Nigeria, Pakistán y Afganistán, los tres países donde la polio sigue siendo endémica.