La moringa es uno de los nuevos alimentos que podemos encontrar en herbolarios o tiendas de productos naturales y a las cuales se adjudican valiosos efectos sobre nuestra salud. Pero como aun no es un ingrediente muy conocido hoy te contamos todo sobre la moringa: sus propiedades, beneficios y usos en la cocina.
Propiedades de la moringa
La moringa es un árbol originario de la India pero que crece en zonas tropicales de diferentes partes del mundo. De la misma se aprovechen no sólo sus hojas sino también, sus semillas, flores, frutos e incluso sus raíces.
La moringa tiene un alto valor nutricional en el que destaca su elevado aporte proteico que ronda el 30%, de vitaminas y minerales varios entre los que se encuentran el potasio, hierro, calcio, la vitamina C, E y A y diversos oligoelementos. Aunque también es importante decir que posee potentes antioxidantes como los polifenoles que pueden beneficiar nuestro cuerpo de diferentes formas.
Estas características nutricionales y otras de la moringa permiten que la misma tenga propiedades anticancerígenas, antiinflamatorias, antimicrobianas, hipoglucemiantes e hipocolesterolémicas como señalan científicos estadounidenses.
Beneficios de la moringa
De sus grandes propiedades derivan sus beneficios para el organismo, entre los cuales no sólo se encuentra la posibilidad de enriquecer nutricionalmente nuestra dieta con su inclusión, sino también, de prevenir diferentes enfermedades.
Concretamente las hojas de moringa han demostrado in vitro en un estudio publicado en African Journal of Biotechnology matar células malignas y por ello, su principio activo podría ser usado para prevenir o controlar el avance del cáncer y la leucemia.
Asimismo, por su riqueza en antioxidantes, la ingesta de moringa puede reforzar las defensas, ayudarnos a prevenir infecciones y enfermedades de diferentes tipo, por ello, se la considera prometedora para reducir los síntomas del VIH o SIDA.
De igual forma, la moringa puede ayudarnos a prevenir o controlar enfermedades metabólicas tales como la diabetes, aterosclerosis, y patologías cardiovasculares, por lo que, sus propiedades medicinales y nutricionales pueden beneficiar de diferentes formas a nuestro cuerpo.
Cómo usar moringa en la cocina
Las hojas de moringa son las que podemos sumar a nuestros platos fácilmente y las que conseguiremos con sencillez. Se pueden emplear frescas o secas y pulverizadas, éstas últimas a modo de una especia o condimento.
Las hojas frescas las podemos sumar a una ensalada, un guisado, un salteado o cualquier otra preparación de manera semejante a como lo hacemos con otras hojas verdes, mientras que las hojas secas se diluyen en agua para preparar un té de moringa, o bien, las podemos adicionar en polvo a un batido, un yogur o cualquier otro plato.
Es importante saber que las hojas secas tienen un leve sabor picante, más acentuado en las raíces que también podemos emplearlas tal como lo haríamos con la zanahoria.
Según Vitónica, si conseguimos las semillas las podemos adicionar para dar textura a diferentes platos y sus frutos tienen un sabor picante acentuado pero si nos agrada, podemos emplearlo de manera semejante a las judías verdes, ya que son una vaina con semillas en su interior.
Las posibilidades con moringa son muchas y con su incorporación a la mesa habitual podemos disfrutar de valiosas propiedades y beneficios como contamos anteriormente, aunque como siempre decimos, no es un ingrediente milagroso que cambiará tu vida por su sólo consumo, sino que todo dependerá de otros hábitos de vida.