La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enviado a Brasil 3,5 millones de dosis de vacunas contra la fiebre amarilla, en respuesta al brote que sufre ese país desde enero pasado y que han provocado 144 muertes en los últimos meses, informó hoy la institución.
Brasil, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), trabaja para asegurar la protección de su población y prevenir una expansión del virus de la fiebre amarilla, que es transmitido a los humanos a través del mosquito Aedes Aegyti.
Las autoridades brasileñas llevan a cabo campañas de vacunación en varios estados, a la vez que refuerzan la vigilancia y la atención de casos por todo el país desde que comenzó el brote en enero.
Más de 18,8 millones de dosis de vacunas han sido distribuidas y la OPS ha movilizado a más de 15 expertos a través de la Red Global de Alerta y Respuesta (GOARN) agencias internacionales, gobiernos, universidades y otras entidades- a fin de apoyar con asistencia técnica a las autoridades federales en la gestión del brote.
El pasado 14 de marzo, Brasil solicitó formalmente al Grupo Internacional de Coordinación (ICG) sobre Provisiones de Vacunas para la fiebre amarilla 3,5 millones de dosis, que llegaron a Río de Janeiro el pasado día 24 para que puedan ser utilizadas en las campañas de vacunación en los estados de Sao Paulo, Río y Bahía.
Las dosis proceden de la reserva para emergencias de la OMS y fueron llevados al país a través del ICG.
Ese grupo supervisa una reserva de emergencia de seis millones de dosis de vacunas contra la fiebre amarilla que se rellena continuamente, explicó la OMS en un comunicado.
Incluye a cuatro agencias: la propia OMS, Unicef, la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) y Médicos Sin Fronteras (MSF).
El Gobierno de Brasil reembolsará el coste de las 3,5 millones de dosis a través de la reserva de emergencia para la fiebre amarilla financiada por la Alianza Mundial para la Vacunación y la Inmunización (GAVI).
La OMS también ayuda a otros países endémicos a través de su estrategia para la eliminación de epidemias de fiebre amarilla.
La implementación de la estrategia global está coordinada junto con Unicef y GAVI y pretende asegurar el apoyo necesario para que los países puedan responder a brotes urbanos con un elevado riesgo de contagio internacional.
La medida pretende proteger a poblaciones de alto riesgo, prevenir el contagio internacional y contener rápidamente brotes.
El año pasado se repartieron 30 millones de dosis de vacunas contra la fiebre amarilla de la reserva de emergencia de la OMS al Congo y Angola debido a brotes de fiebre amarilla.