El multimillonario Elon Musk anunció la creación de una nueva empresa que buscará conectar cerebros con computadoras.
La firma, que se llamará Neuralink, tratará de desarrollar implantes cerebrales para combatir enfermedades neurológicas y algún día darle a los seres humanos la capacidad de superar a las computadoras superinteligentes del futuro, dice un artículo del Wall Street Journal que se basa en fuentes anónimas.
Musk es conocido por su preocupación ante la posibilidad de que la inteligencia artificial algún día presente una amenaza para la humanidad. En un tuit enviado el martes, el empresario tecnológico dio pocos detalles más allá de confirmar el nombre Neuralink y de advertir del "riesgo existencial" que se corre si el proyecto no se intenta.
El empresario fundó la empresa de exploración espacial SpaceX y cofundó Tesla, la empresa de vehículos eléctricos, entre otras. Hoy en día es patrocinador de Open A.I., una compañía sin fines de lucro que se dedica a investigar el fenómeno de la inteligencia artificial.
Algunos neurocientíficos y futuristas, sin embargo, advierten que no se deben hacer aseveraciones generalizadas sobre las interfaces neurales.
Conectar un cerebro directamente a sistemas electrónicos no es algo nuevo en sí. Los médicos implantan electrodos en cerebros para generar estímulos como tratamiento para padecimientos como el mal de Parkinson, la epilepsia y dolores crónicos. En experimentos, sensores implantados han permitido que personas paralizadas usen señales cerebrales para operar computadoras y mover brazos robóticos. El año pasado, científicos reportaron que un hombre recuperó algún movimiento en su mano gracias a un implante cerebral.
La propuesta de Musk va más allá. Aunque no se ha creado nada aún, la compañía quiere mejorar tratamientos médicos existentes, además de trabajar un día en cirugías que pudieran aumentar la capacidad cognitiva, dice el artículo del WSJ.
Neuralink no es la única compañía que trabaja en inteligencia artificial para el cerebro. El empresario Bryan Johnson, que vendió su compañía de pagos electrónicos Braintree a PayPal por 800 millones, fundó el año pasado Kernel, una empresa que trabaja en "interfaces neurales avanzadas" para tratar enfermedades y extender la capacidad cognitiva.
Varios neurólogos dicen que la tecnología en la que trabajan Neuralink y Kernel pudiera dar resultados, pero añaden que es muy probable que tome mucho más que los cuatro o cinco años pronosticados por Musk. Las operaciones cerebrales siguen siendo riesgosas, los implantes cerebrales pueden moverse, lo que limita su vida útil y los pacientes con implantes enfrentan un trabajoso proceso para aprender a usarlos.