Un estilo de visa saludable está estrechamente vinculado con la prevención del cáncer y por ello, la alimentación es importante para reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad e incluso, puede contribuir a mejorar la calidad de vida de quienes ya padecen cáncer, pero sólo la dieta no puede curar esta patología.
Prevenir mejor que curar
Una dieta rica en frutas y verduras reduce el riesgo de desarrollar cáncer, mientras que una alimentación pobre en fibra, con exceso de alcohol, carnes procesadas y sin casi antioxidantes es siempre un factor que predispone al desarrollo de esta enfermedad degenerativa según la Organización Mundial de la Salud.
Por eso, cuidar la alimentación es fundamental si queremos prevenir el cáncer y por esta misma razón, las "recetas anticancer" de Odile Fernández han tenido tan buena acogida en los últimos días. Sin embargo, una dieta por más sana que sea no puede curar esta enfermedad, pues lamentablemente aun no hay un tratamiento eficaz en este sentido.
Igualmente, el asesoramiento nutricional y el cuidado de la dieta como acompañamiento de los diferentes tratamientos del cáncer (cirugía, radioterapia y quimioterapia) siempre es favorable para reducir síntomas, mejorar la ingesta de alimentos y proteger el estado nutricional de los afectados, así como mejorar la calidad de vida de los mismos.
Por esta razón, la alimentación no debe descuidarse y en el marco de un adecuado estilo de vida, la misma puede ser clave para prevenir y acompañar el tratamiento del cáncer. Sobre todo, debemos considerar la adecuada ingesta de frutas y verduras, crucíferas como el brócoli y frutos rojos son los más vinculados a la prevención del cáncer, por su alta concentración en antioxidantes.
Sin embargo, no debemos sobredimensionar sus beneficios ni "comprar" la idea de que determinados alimentos, platos y/o hábitos alimenticios pueden curar el cáncer, pues ello resulta como mínimo engañoso y puede desencadenar el consumo de productos o dietas milagro y conductas que no producirán los efectos deseados.
Una dieta saludable puede reducir el riesgo de padecer la enfermedad pero debe quedar claro que la alimentación no puede curar el cáncer, sino sólo ser un buen complemento de su tratamiento, así lo afirma Vitónica.