La incidencia de dolencias como la fibromialgia o las migrañas es considerablemente mayor entre la población femenina. Pero, ¿por qué esto es así? Numerosas investigaciones ya habían revelado que las mujeres son más sensibles al dolor físico y que, incluso, los analgésicos más potentes como la morfina no les hacen a ellas tanto efecto como a los varones. Y, ahora, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Georgia ha descubierto la causa.
Las culpables no son otras que las microglías, las células que forman el sistema inmune del sistema nervioso central. Una de sus misiones es localizar la presencia de patógenos y lanzar señales moleculares inflamatorias a la espinal dorsal, activando así las neuronas responsables de la sensación de dolor.
Pero lo que ocurre es que la morfina también es identificada por estas células como un patógeno, lo que provoca que su presencia en el organismo no alivie el dolor. Pero, ¿por qué esto les sucede más a las mujeres que a los hombres? Pues, sencillamente, porque en el caso de los varones, la testosterona interfiere con la acción de estas células, provocando así que las sensaciones dolorosas no sean tan intensas y que la morfina les haga más efecto. Algo que no les ocurre a las mujeres.
Por eso, los autores de la investigación inhibieron la acción de las microglías en hembras de rata y, comprobaron así que sus sensaciones dolorosas disminuían considerablemente, y que la morfina les hacía el mismo efecto que a los machos.
Estos resultados abren la puerta a desarrollar tratamientos más eficaces para el dolor de las pacientes femeninas.