¡Atención chicas! Mitos sobre tus labios vaginales que debes dejar de creer

Aunque cada vez son más las mujeres que se apoderan de su sexualidad y, por consiguiente de su salud íntima, aún existen mitos que influyen en la mentalidad y bienestar de cada fémina; ejemplo, los que rodean los labios vaginales.

El más difundido, pero en el cual no existe verdad, es que todos los labios vaginales son del mismo tamaño, y en realidad no es así, según informó la página de Noticias 24.

El tamaño de los labios mayores (externos) está relacionado con nuestras células de grasa. Es decir, entre mayor sobrepeso se tenga, esta zona tiende a ser más grande”, así lo sugiere un estudio publicado en la Journal of Sexual Medicine.

Sin embargo, también es una zona que suele reducirse con la aparición de la menopausia.

A continuación 5 mitos sobre los labios vaginales:

1. Son parte de la vagina

Técnicamente no, estos en realidad son parte de la vulva. Aunque “vagina” es el término que muchas mujeres ocupan para referirse a todos los órganos genitales.

2. Las infecciones por hongos empiezan aquí

Aunque este tipo de infecciones producen irritación y picazón tanto en los labios mayores como menores, no son por lo general donde se origina el problema. Regularmente este padecimiento es causado por un desequilibrio de la flora bacteriana de la vagina.

3. Los puedes limpiar con jabón

La piel de la vulva, en especial la de los labios y tejidos adyacentes, es muy delicada por consiguiente el uso de productos perfumados puede causar irritación o infecciones.

4. ¿Las venas que son visibles ahí son síntoma de problema?

En realidad son muy comunes, en especial durante el embarazo; alrededor de 1 de cada 10 mujeres sufren de varices vulvares durante este periodo de su vida. Esto se debe a que existe un mayor flujo de sangre en la zona.

5. La cantidad de vellos reflejan higiene

Por último, pero no menos importante está la creencia errónea de que entre menos vello más higiénico es. La verdad es que el pelo en tus labios vaginales actúa como un protector natural sobre la flora microbiana de la zona.

Ahora que ya conoces algunos de sus mitos, seguro los veas desde otra perspectiva. ¿No crees?