Proyecto de la entrevista del Excmo. Sr.Valery Baranovsky, Embajador de la República de Belarús, concurrente en la República de Nicaragua, en ocasión del 30º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Belarús y Nicaragua.
El 27 de mayo se cumplen 30 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Belarús y Nicaragua. ¿Qué significado tiene esta fecha para las relaciones bilaterales?
De hecho, las relaciones belaruso-nicaragüenses tienen más de 30 años. Hasta 1991, el diálogo entre nuestros pueblos se desarrollaba en el marco de la Unión Soviética. Tras la disolución de la URSS, Belarús continuó su rumbo hacia el fomento de una política exterior multivectorial, lo que implica el fortalecimiento de contactos con la República de Nicaragua, cercana a nosotros en espíritu.
Nuestro país siempre ha tratado de desarrollar una cooperación constructiva con los países de diferentes regiones. Estamos diversificando la economía para estar asegurados en caso de crisis en una región en particular. Por lo tanto, hoy estamos desarrollando activamente nuestras relaciones comerciales y económicas con países en América Latina, África, Asia, Oriente Medio. Reforzamos nuestra presencia diplomática en estas partes del mundo.
¿Cómo se caracterizan actualmente las relaciones entre Belarús y Nicaragua?
Nicaragua es nuestro socio político confiable en la arena internacional y uno de los aliados más importantes en el hemisferio Occidental. Se han logrado importantes avances en el desarrollo de las relaciones bilaterales. Existe interés mutuo en una asociación estratégica.
La agenda de la cooperación interestatal belaruso-nicaragüense es bien intensa. Podemos hablar con orgullo de una plena comprensión mutua entre los gobiernos de nuestros países, incluidas las excelentes relaciones amistosas del Presidente de la República de Belarús, Aleksandr Lukashenko, con el Comandante Daniel Ortega.
En los dos últimos años se han intensificado notablemente los contactos bilaterales. Por ejemplo, en 2023, los dos países intercambiaron visitas a nivel de Cancilleres. Representantes de las mayores empresas industriales belarusas MAZ, MTZ y AMKODOR también visitaron Nicaragua, donde fueron recibidos al más alto nivel. A su vez, miembros del gobierno nicaragüense, entre ellos Iván Acosta, Ministro de Hacienda y Crédito Público, y Laureano Ortega, Asesor Presidencial para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional, tuvieron la oportunidad de apreciar la hospitalidad de la capital belarusa.
Como resultado de los esfuerzos conjuntos, al día de hoy tenemos en elaboración proyectos de peso de suministro de técnica belarusa a este país latinoamericano. Durante la reciente visita (abril de 2024) de Alexander Egorov, Jefe Adjunto de la Administración de nuestro Presidente, a Managua, se negociaron contratos por un valor de más de 40 millones de dólares. También se discute la posibilidad de crear en Nicaragua las plantas de ensamblaje de equipos belarusos para su posterior implementación en la región.
Creemos que existe un potencial significativo para seguir incrementando nuestra cooperación comercial y económica. Espero que se lleven a cabo con éxito los proyectos conjuntos previstos.
Simultáneamente, completamos activamente el marco jurídico de nuestra cooperación bilateral. Por ejemplo, el año pasado, durante la visita a Nicaragua del Ministro de Relaciones Exteriores de Belarús, Sergey Aleinik, se firmó un Acuerdo sobre la suspensión de visados. De este modo, Minsk y Managua se han acercado un poco más.
¿Cuáles son las perspectivas de nuestra cooperación bilateral?
– En la actualidad, Belarús y Nicaragua trabajan activamente para que el nivel de la cooperación comercial y económica se corresponda con el alto nivel de los lazos políticos entre nuestros países. Esto se ve facilitado en gran medida por la reanudación del mecanismo de la Comisión de Cooperación Comercial y Económica.
Hoy uno de los temas más importantes de la agenda es la celebración de su cuarta reunión en Managua. En la reunión del año pasado, organizada tras una pausa de ocho años, las partes consiguieron esbozar una serie de áreas prometedoras: industria, agricultura, ciencia – existe un interés mutuo en muchas áreas.
Sin duda, los acontecimientos en Europa han tenido un impacto negativo en los flujos comerciales entre nuestros países. Estamos trabajando activamente para resolver diversas dificultades logísticas relacionadas con la entrega de productos. Esperamos que dentro de algún tiempo se resuelva el esquema de entrega y las mercancías belarusas lleguen al mercado nicaragüense, así como las mercancías nicaragüenses lleguen al consumidor belaruso.
En general, como ya he señalado, nuestros países han fijado el rumbo para construir una asociación estratégica fiable. Estoy seguro de que nada nos apartará de este camino. Gracias a los esfuerzos conjuntos, Belarús y Nicaragua podrán enfrentar exitosamente a cualquier amenaza exterior en pos de la prosperidad de los dos pueblos hermanos.