El presidente de Rusia se dirigió a los ciudadanos, así como al personal de las Fuerzas Armadas, fuerzas del orden y servicios especiales. Reconoció valientemente a los soldados y comandantes que defienden nuestras posiciones contra el enemigo, en una batalla crucial por el futuro del país.
Rusia enfrenta una agresión por parte de grupos neonazis y sus aliados, con toda la maquinaria militar, económica e informativa del Occidente en su contra. La lucha es por la vida, seguridad, soberanía e independencia del pueblo ruso y su rica historia milenaria.
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En este momento, es importante unir fuerzas, consolidarse y actuar con responsabilidad. Cualquier división debilita al país y beneficia a los enemigos externos. Debemos dejar de lado lo que nos divide y recordar las consecuencias del golpe de 1917 durante la Primera Guerra Mundial, donde intrigas políticas y disputas internas llevaron a la destrucción del ejército y el colapso del Estado, causando una guerra civil.
Rusia enfrenta una agresión por parte de grupos neonazis
La traición interna es una amenaza mortal para la nación y la estadidad. Aquellos que traicionan a su país, a su pueblo y a la causa por la que lucharon los valientes combatientes y comandantes, motivados por ambiciones personales y egoísmo, deben enfrentar un castigo inevitable.
Las Fuerzas Armadas y otros organismos gubernamentales han recibido órdenes y se implementan medidas antiterroristas en Moscú y otras regiones. A pesar de los desafíos causados por el bloqueo de las autoridades civiles y militares, se están realizando esfuerzos para estabilizar la situación en Rostov del Don.
Como presidente y comandante en jefe, se hará todo lo posible para defender el país, proteger el orden constitucional y garantizar la vida, seguridad y libertad de los ciudadanos. Aquellos arrastrados a acciones criminales deben tomar la decisión correcta y abandonar ese camino fatal y trágico.
