Presidente-Comandante Daniel
recibe Cartas Credenciales
de 14 Embajadores de Países Hermanos
6 de Febrero del 2023
Cada vez que se inicia el año conmemoramos a Darío, Rubén Darío, que nació el 18 de Enero del año 1867, y acordamos, decidimos, recibir estas Cartas Credenciales hoy 6 de Febrero, que es la fecha en que él dejó este Plano de Vida y pasó a otro Plano de Vida allá en la Ciudad de León.
Y leer a Darío es leer retazos, pensamientos, reflexiones convertidas en Prosas, Poesía, donde yo diría que abarcó todas las Culturas, o sea, no se limitó a América Latina, sino que fue más allá, y recorrió, con su conocimiento, con su Cultura, con sus escritos, recorrió el mar de la China, recorrió los Países árabes, recorrió Europa, recorrió el África Ardiente.
O sea, no hay en la Literatura de Darío regiones del Mundo, Pueblos del Mundo que no estén presentes, y siempre luchando por la Paz. Sus últimos gritos por la Paz los pronunciaba cuando ya venía de regreso a Nicaragua, y él, viendo la guerra, siempre luchando por la Paz, reclamando por la Paz.
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Era un Ser Extraordinario que, de origen muy humilde, muy humilde, sin ir a grandes escue-las, sin ir a universidades, bueno, traía la magia, el genio, lo traía en el Alma y le brotaban a él las palabras, y que llevaron a que cuando Darío empezaba a escribir le pu-sieron aquí en su Pueblo, “el Poeta-Niño”.Nadie se imaginaba entonces que un nicaragüense, un muchacho humilde, luego iba a recorrer buena parte del Mundo, a recorrerlo físicamente, pero que sobre todo iba a recorrer el Mundo, porque lo recorrió, con su pensamiento profundo, con su prosa, con sus escritos, abogando siempre por la Paz cuando como Emisario de Nicaragua en diferentes Países, porque, a propósito, fue Embajador, fue delegado en di-ferentes momentos a diferentes Países, en Amé-rica Latina, en Europa.
Pero él no limitaba sus trabajos a la Diplomacia, sino que iba más allá y siempre escribiendo, y escribiendo también en Diarios, ejerció el Periodismo, y ejerciendo el Periodismo claro que tenía que referirse a la Paz. O sea, los escritos de Darío en ese campo siguen siendo vigentes, y la lucha de Darío por la Paz sigue siendo vigente, hoy más que nunca, ¡hoy más que nunca!.
Aquí tengo estos datos, que siendo un joven, un muchacho, Darío, en el año 1892, en el Cuar-to Centenario de la llegada de los españoles a América fue nombrado como Secretario de la Delegación de Nicaragua en España, de Junio a Diciembre de 1892. Ahí estuvo Darío en España.
Luego, en Abril de 1893 estuvo 2 años como Cónsul General de Colombia desde Buenos Aires, estuvo cubriendo Argentina, y son conocidas las Crónicas de Darío en los Diarios argentinos.
El 12 de Marzo 1903 fue nombrado Cónsul de Nicaragua en París, lo nombró el Presidente José Santos Zelaya, y cómo Darío reaccionó porque no podía entender, no podía aceptar que los Gobernantes norteamericanos de la época hubieran decidido derrocar al Presidente Zelaya, simplemente porque había promovido una Revolución en Nicaragua, una Revolución Liberal.
Ahí es donde se producen esas situaciones que resultan un atropello para el Derecho, un atropello para los Pueblos, porque así como se atropella a uno, están expuestos a atrope-llos todos.
Porque al Presidente Zelaya le llegó la Nota del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Philander Knox, lo que se conoció como la Nota Knox, donde le decían que la daban horas para que saliera del País, porque ya las tro-pas norteamericanas venían avanzando hacia Nicaragua. Y Darío se irritó indiscutiblemente frente a esta insolencia, frente a este acto de pre-potencia.
O sea, un Canciller por pertenecer a una Po-tencia sencillamente mandaba una Nota, y el Presidente tenía que acatar, y acató. Pero hubo Generales Liberales que se rebelaron frente a la Knox, entonces empezaron los combates aquí con las tropas norteamericanas invadiendo Nicaragua.
Luego, fue nombrado para asistir en represen-tación de Nicaragua a la Conferencia Interame-ricana de Río de Janeiro, en Brasil.
El 27 de Diciembre del año 1907, antes de ser derrocado el Presidente Zelaya, él había sido nombrado como Ministro Residente en
Madrid, España, y presentó Cartas Credenciales el 2 de Junio del año 1908; y luego ya vino el desastre de la Nota Knox.
Antes, en el año 1910 fue nombrado Ministro Plenipotenciario de Nicaragua para asistir a las Magnas Conmemoraciones de la Ciudad de México, fue invitado; e igualmente, el 6 de Sep-tiembre de 1912 fue nombrado Cónsul de Paraguay. O sea, también Darío tuvo un recorrido diplo-mático, lo que no le impidió seguir revolucio-nando la Literatura y no le impidió seguir es-cribiendo las denuncias que tenía que hacer en su momento como Periodista.
¡Un Ser Extraordinario que Nicaragua lo ama, lo hace suyo! Nicaragua tiene dos Héroes, entre tantos Héroes, dos Héroes que destacan por su universalidad: Darío y Sandino.
Darío falleció un día como hoy, 6 de Febrero, y Sandino fue asesinado en el mes de Febrero, un 21 de Febrero, pero están siempre presentes en el Alma, en el Corazón, en la Identidad del Ser nicaragüense.
Darío tenía una enorme sensibilidad, que, cuánto no escribió sobre lo que es la Dignidad del Ser Humano, lo que es la Dignidad, lo que es la vergüenza, lo que es lo terrible de ser su-jeto de la esclavitud, de la dominación, de la impotencia, ¡de la impotencia!
Fíjense, ¿a quién no le escribió Darío? A esos Estados Unidos que él cuestionaba; bueno, entre otros le escribió a Walt Whit-man. Y cómo enalteció el Heroísmo de nuestras Raíces Indígenas, está ese famoso que es muy popular aquí en Nicaragua, que se lo dedicó a aquel Héroe indígena chileno, “Caupolicán”, que refleja la carga, el dolor, el sufrimiento de los Indígenas chilenos, de los Indígenas latinoa-mericanos y caribeños.
Y cuántos Poemas, a Antonio Machado, a Ver-laine. ¡Él tenía una Cultura increíble! Lue-go, escribiendo “La Cabeza del Rabí”, “Un Soneto a Cervantes”, “Letanías de Nuestro Señor Don Quijote”. Y hay un Poema que escribe y que hace referencia a lo que es el toreo, ¡cuánta polémica hay con el toreo! Pero bueno, aquí tenemos toreos criollos.
Yo nací en un Pueblo donde desde muchacho ahí andábamos toreando, montando terneros y mon-tando caballos, allá en Chontales. Entonces no tenía idea del toreo en grande que existía ya en México y también en España, y no se me ocurría, muchacho, más que alegrarme cuando veía el toreo; era una diversión, una distracción para el Pueblo, para los Campesinos.
Y Darío vio más allá y escribió ese extraordinario Poema que se llama “Gesta del coso”. No lo voy a leer porque es bastante largo el poema, pero voy a describir cómo Darío tiene, por un lado, a los siguientes personajes: El Toro, el Buey, y la muchedumbre, que son los que están ahí en el coso.
¿Cómo se llama el coso más antiguo que tienen us-tedes allá en Madrid? Yo estuve ahí, un coso muy antiguo, muy pequeño, la “Plaza de las Ventas”, y disfruté del espectáculo, y cuando disfruté del espectáculo también me retraía al Poema de Darío de la “Gesta del coso”. Bueno, y está la muchedumbre en el coso, gritando: ¡Otro toro! ¡Otro toro! La gente entu-siasmada quiere otro toro.
Y está el toro y está el buey, están cerca, por-que los bueyes los ocupan ahí después para arrastrar, sacar a los toros que han sido ya cruzados por la espada, entonces los arras-tran a los toros los bueyes, o sea, los bue-yes no corren ningún peligro, los bueyes están ahí tranquilos, se supone, y están más que esperando a que maten al toro para arrastrarlo.
Entonces, como la gente está gritando: ¡Otro toro! ¡Otro toro!, entonces le pregunta el buey al toro, o le dice el buey al toro: “¿Has escuchado? Prepara empuje, cuernos y pellejo; ha llegado tu turno. Ira salvaje, banderillas y picas que te acosan, aplausos al verdugo…”; claro, el torero recibe los aplausos, porque casi siempre el torero es vencedor, y le agrega el toro: “al fin, la muerte y arriba, la impasible y solitaria contemplación del vasto firmamento”.
Y dice el buey, le está diciendo el buey al toro: “Yo, ridículo y ruin, soy el paciente…”. O sea, el buey no se siente contento porque no
va a morir, sino que dice: “Yo, ridículo y ruin, soy el paciente esclavo. Soy el humillado eunuco…”
Y ahí sigue hablando el buey, quejándose, y dice al final: Si sufro el golpe y la punza-da, reflexiono…”, porque van chuzando a los bueyes para que caminen, entonces dice:
“Si sufro el golpe y la punzada, reflexiono que me concede Dios este derecho…”. ¿Cuál derecho, dice el pobre buey, que le concede Dios? “Espantarme las moscas con el rabo”. O sea, es un buey que está adolorido, humillado.
Luego el toro habla de cuando andaba en la Pampa vibrante y que ahora lo tienen ahí, y están ahí ellos intercambiando, intercambiando, hasta que el buey le recuerda al toro que él tam-bién anduvo en la Pampa pero que ya lo castraron y perdió todos los brillos que tenía el toro. O sea, el buey le dice, yo tenía tus brillos también, pero vos los tenés todavía y por eso estás aquí y por eso vas a enfrentar-te a la muerte.
Luego, ya al final es un largo coloquio, ya el público está gritando: ¡Otro toro! ¡Otro toro! Y ya sólo queda él, el toro que está platicando con el buey. Entonces el buey le dice, porque mientras tanto el toro le había ha-blado largo al buey, hablando de todo lo que era su fortaleza, lo que era su vida; enton-ces el buey le dice : “¡Calla! ¡Muere! Es tu tiempo”. Porque ya le están pitando, ya lo están llamando.
Y viene el toro y le dice: “¡Atroz sentencia! Ayer el aire, el sol; hoy, el verdugo… ¿Qué peor que este martirio?”, le dice el toro al buey. Y le responde el buey: “La impotencia”. Y le dice el toro: “¿Y que más negro que la muerte?”, porque siente que va a morir y el buey se va a quedar. Y le responde el buey: “¡El yugo!”.
Cuánta sabiduría, cuánta sensibilidad, de parte de Darío, y eso se traslada lógicamente a la Especie Humana, la Especie Humana que ha vivido bajo el yugo como los esclavos, y la Especie Humana que ha tenido que luchar para romper las cadenas.
Quería compartir con ustedes este poema que es de los poemas de Darío que más admiro yo, y compartir con ustedes, Queridos Hermanos Di-plomáticos, los poemas de quien también fue un Diplomático. Y decirles que les damos la bienvenida a Nicaragua y que tenemos la mejor voluntad de acercar relaciones y buscar los puntos de entendimiento. Eso se dice con facilidad, siempre se dice, hay que buscar los puntos de entendimiento y apar-tar las diferencias para después poder avanzar.
¡Cuánto le ha costado al Hermano Pueblo colombiano luchar por la Paz! ¡Cuánto le ha costado! ¡Cuántos esfuerzos por la Paz! Y con la Victoria del Presidente Petro se abre una oportunidad pero en medio de una situación de dolor, de muerte, que no fre-nan, donde el desafío es enorme para poder alcanzar la Paz.
Yo tuve la oportunidad de estar en uno de esos intentos de Paz, allá en San Vicente del Caguán, me invitó el Comandante Marulanda, me invitó también el Gobierno de Colombia, el Presidente que en ese momento estaba haciendo un esfuerzo. La reunión se realizó allá en la montaña, cerca de los campamentos donde estaban las FARC, y fue una reunión que creó mucha expectativa. Ya parecía que llegaba la Paz.
Intercambiaron, habían muchos invitados internacionales como garantes de los Acuerdos que se pudiesen firmar, pero al final se volvió a agitar la guerra. Porque no era solamente la Guerrilla reivindicando Derechos, sino que también se organizaron con el Ejército, se organizaron fuerzas paramilitares que multiplicaban los crímenes.
Ahí están saliendo relatos. Estaba viendo por la televisión colombiana hace poco, antes de venir aquí, los relatos que hacía un Coronel y otro General del Ejército colombiano, cómo con-taban que eran instrumentos del Ejército para asesinar Campesinos que eran familia-res de los Guerrilleros y suponían por lo tanto bases de las FARC, y cómo luego los hacían aparecer como guerrilleros muertos en combate. Lo que se conoció como falsos positivos allí.
Lo que ahí se describe es impresionante, todo lo que están hablando los que participaron, él mismo participó y está señalando a los Jefes del Ejército que participaron; o sea, una situación verdaderamente terrible, dolorosa.
Y bueno, aun cuando la situación sigue siendo compleja, difícil, hay señales bue-nas para la Paz, y hay un ambiente en América Latina y el Caribe, más allá de las diferencias ideológicas y políticas que tenemos, un punto de encuentro que es la CELAC.
Primera vez en la Historia que contamos con un punto de encuentro nuestro, de La-tinoamericanos y Caribeños, y que juntando fuerzas en todas las direcciones para al-canzar la Paz, para defender la Paz, estoy seguro que vamos a cumplir con ese Princi-pio que suscribimos en la Reunión de la CELAC en La Habana, de declarar a América Latina y el Caribe como Zona de Paz, ¡Zona de Paz!
Claro, no es fácil, pero este es un paso bien grande que todos los Países Latinoamericanos y Caribeños nos comprometemos con la Paz. Y comprometernos con la Paz para poder lo-grar no solamente que se ponga fin a hechos de violencia brutales, como los que suceden en Colombia, como los que suceden en México, víctimas del narcotráfico y el crimen or-ganizado que tiene el gran mercado en los Estados Unidos de Norteamérica.
Si no hubiese mercado, sencillamente no hubiese no tendrían razón de ser ni de or-ganizarse los narcotraficantes, porque el gran mercado está en el Norte, en la re-gión lo que hay son mercaditos que para ellos son pulperías. Ellos buscan el gran merca-do en el Norte, en los Estados Unidos, en Canadá, en Europa, donde pagan muy bien por la droga, y donde se involucran en esos crímenes, en esos delitos, Autoridades de todo ti-po, desde los que están en las Aduanas hasta los que están en altos cargos en las Direcciones de Policía, en los Barrios de los Estados Unidos, para que pueda circu-lar la droga, y de ahí salen las armas también para armar a los narcotraficantes.
Este es un reto enorme que tenemos, la lucha contra el narcotráfico, contra el crimen organizado, pero también tenemos que ser exigentes con los Países Desarrollados, ellos tienen suficientes recursos, suficientes capacidades para controlar el tráfico de drogas, para acabar con el tráfico de drogas.
Ah, y quieren que los Países que están siendo víctimas de ese comercio acaben con el tráfico de drogas; más bien son víctimas, porque todos los días los narcotraficantes enfrenta-dos en dominar mercado y trasladar ese producto a los Estados Unidos, a Europa, se enfrentan entre ellos y asesinan a la población inocente. Una enfermedad que está en la Región y yo diría que es un punto fundamen-tal en la lucha por la Paz.
Querid@s Embajador@s de Pueblos, de Naciones Hermanas, todos somos Hermanos, aunque nos llevemos mal, pero somos Hermanos, somos de la misma Familia aunque nos peleemos de vez en cuando, esa es la verdad. Lo importante es que tengamos la capacidad de entendernos, de respetarnos.
Si en Naciones Unidas el Organismo no hace nada porque se respeten los Principios y las Normas de Naciones Unidas, porque ese es un Organismo que está ahí nada más para gastar plata. Nosotros, los Latinoamericanos y Caribeños unidos en la CELAC, sí podemos hacer mucho para ir acabando con esos males.
La solución la tenemos nosotros y no podemos es-tar esperando que vengan los Gobiernos de los Países que son los grandes consumidores de la droga, a resolvernos el problema. Somos nosotros los que tenemos la solución, con firmeza, con unidad, con respeto, esa es la dispo-sición que tiene Nicaragua con todos los Países del Mundo: Trabajar juntos por la Paz.
Podríamos seguir hablando de otros temas terribles, dolorosos, el tráfico de órganos, el tráfico de niños, la violencia criminal en contra de las mujeres. Eso tiene que ir desapareciendo, y unidos todos nosotros po-demos perfectamente, en plazos cortos, ir reduciendo esa violencia.
Aquí tienen un Pueblo que ha luchado por la Paz, que sigue luchando por la Paz, y un Pueblo que está de brazos abiertos. En todas las Comunidades, en todas las Comarcas que ustedes puedan visitar, en todos los lugares que ustedes puedan visitar van encontrar Familias que los van a recibir con Alegría, con Cariño y con Amor.
Muchas gracias, Querid@s Embajador@s.