NOTA DE PRENSA
EN UNESCO NUESTRA CULTURA
Con gran entusiasmo y orgullo, la Delegación Permanente de Nicaragua ante la UNESCO participó del 3 al 7 de Junio de 2024 en las instalaciones de la UNESCO en París, activamente en la Semana de América Latina y el Caribe 2024, con el tema : “Mujeres, pueblos indígenas y la artesanía popular en la evolución y el desarrollo del arte y la cultura latinoamericana y caribeña”, un evento que celebra la diversidad cultural, social y económica de nuestra Región que reú-ne a representantes de diversos Países para promover el entendimiento mutuo y la colabora-ción entre las naciones latinoamericanas y cari-beñas y otras partes del mundo.
La Delegación nicaragüense se destacó por su presentación rica en contenido cultural. En su exposición, los visitantes pudieron admirar una variada colección de artesanías tradiciona-les, incluyendo una muestra de arte con pin-turas y bordados a mano que representaban símbolos emblemáticos de Nicaragua, como el Guardabarranco, ave nacional. Estas obras, realizadas con gran detalle y maestría, capta-ron la atención y admiración de los asisten-tes, reflejando la profundidad y riqueza del Patrimonio Cultural nicaragüense.
Además de la exposición artística, la delegación ofreció una degustación de productos típicos nicaragüenses, subrayando la diversidad y ca-lidad de su gastronomía. Los asistentes tu-vieron la oportunidad de probar el café nica-ragüense, conocido por su sabor y aroma ex-cepcionales, así como el ron Flor de Caña, uno de los rones más prestigiosos del mundo. También se ofrecieron chocolates de la marca Momotombo, elaborados con cacao fino de aroma, y las tradicionales rosquillas, una delicia que evoca los sabores auténticos del País. Estos productos no solo deleitaron los paladares de los visitantes, sino que también subrayaron la rique-za de los recursos naturales de Nicaragua y la habilidad de sus productores.
Entre las presentaciones artísticas, sobresalió la danza folklórica “El Baile de Negras”, una representación vibrante y colorida que capturó la esencia de las tradiciones nicaragüenses. Los bailarines, ataviados con trajes típicos, ejecutaron movimientos llenos de gracia y ener-gía, llevando al público a un viaje a través de la historia y la cultura del País. Esta actuación no solo entretuvo a los espectadores, sino que también fomentó un mayor aprecio por las costumbres y el arte de Nicaragua.