Nicaragua ha sido víctima de las agresiones militares de Estados Unidos, lo que condujo a la falta de desarrollo de un sistema de salud nacional.
Nota de prensa íntegra:
EFECTOS DE LAS MEDIDAS COERCITIVAS E ILEGALES DE LOS ESTADOS UNIDOS SOBRE EL SECTOR SALUD
DE NICARAGUA
LOS YANQUIS DENUNCIADOS, ACUSADOS Y CONDENADOS HISTÓRICAMENTE
Reciban el más caluroso saludo desde la tierra de lagos y volcanes, de Andrés Castro, Benjamín Zeledón, Augusto C. Sandino y nuestro poeta universal Rubén Darío. Voy a presentarles los efectos de las agresiones del imperialismo yanqui sobre la salud de los Nicaragüenses.
1. Desde fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, Nicaragua ha sido víctima de las agresiones militares de Estados Unidos, lo que condujo a la falta de desarrollo de un sistema de salud nacional, ya que a través de su presencia militar, instauraron su propio modelo de salud.
El gobierno de Estados Unidos frenó el impulso de desarrollo nacional que intentó promover el General José Santos Zelaya, Héroe Nacional, imponiendo su política de dominación sobre la sociedad nicaragüense, sofocando todo intento de lucha a favor de la autodeterminación.
Esta injerencia de los Estados Unidos profundizó las desigualdades sociales y pretendió humillar al pueblo nicaragüense, lo que hizo surgir gestas de dignidad y soberanía como la del General Benjamín Zeledón y la Lucha Bendita y Divina de Nuestro General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, a través de la cual se cambió la historia de Nicaragua. Ambos asesinados e inmortalizados por el imperialismo yanqui.
Esta criminal intervención del imperialismo de los Estados Unidos no permitió el desarrollo de un sistema de salud propio que respondiera a las necesidades de la población nicaragüense. La atención en salud era un privilegio de la clase dominante y sus allegados.
Acusamos a los Estados Unidos por ser el responsable de bloquear las aspiraciones de los nicaragüenses en la construcción y desarrollo de un modelo de salud nacional, con equidad y justicia social.
2. Los Estados Unidos impusieron la dictadura somocista, para continuar con su hegemonía política en Nicaragua y la región, con lo que profundizó la falta de atención a la salud del pueblo.
Durante los 45 años de la dictadura somocista impuesta por los yanquis, se estableció en el país un sistema de abandono y deterioro de la salud pública, siendo ésta,11 responsabilidad de patronatos e instituciones benéficas. Realmente para el sistema somocista, la salud era un privilegio.
En 1957 se fundó el Seguro Social, el cual brindaba una escasa cobertura a pocos trabajadores de las ciudades, dejando a los obreros del campo sin protección a su salud, haciendo que la brecha de atención en salud entre el campo y la ciudad fuera cada vez más profunda.
El Criminal y premeditado desinterés de la dictadura somocista trajo como consecuencia que al final de la década de los años 70 la situación de salud llegara a:
• Nula inversión en infraestructura en salud.
• Mortalidad infantil de 120 por cada mil niños nacidos vivos.
• 83% de la población infantil padecía de algún grado de desnutrición.
• La diarrea, parasitosis, sarampión, tos ferina y poliomielitis fueron las principales causas de enfermedad y muerte en los niños y niñas nicaragüenses.
• No había ninguna preocupación por la salud de las mujeres nicaragüenses, a tal punto de que no se registraban datos sobre la mortalidad materna y la salud ginecológica.
Por este daño a la vida y a la salud del pueblo de Nicaragua denunciamos, acusamos y condenamos al Gobierno de los Estados Unidos.
3. Con el triunfo de la Revolución Sandinista, el pueblo nicaragüense logró por primera vez hacer valer el derecho a la salud como un derecho humano. Sin embargo, los Estados Unidos de forma directa con la guerra de agresión y el criminal bloqueo no permitieron que este modelo de salud propio del país se desarrollara y avanzara, por esta razón nuevamente denunciamos, acusamos y condenamos al Gobierno de los Estados Unidos.
A partir de 1979, la salud se convirtió en una prioridad retomándola como un derecho humano, creando el Sistema Nacional Unico de Salud, donde el Estado Sandinista asumió la responsabilidad de garantizar el acceso universal y gratuito de la población, a través de la promoción de la salud, prevención, atención y rehabilitación en salud.
También, se instauraron las Campañas Populares de Salud de vacunación masiva, campañas de Higiene ambiental y medicación para controlar la malaria, se erradicó la poliomielitis, se redujo la Mortalidad Infantil de 120 niños y niñas por cada mil nacidos (1977) a 57 a finales de la década de los años 80, se promovió y amplió el número de médicos generales y especialistas que egresaban de las Universidades, principalmente hijos de obreros y campesinos, además de aumentar el número de trabajadores de la salud en todos sus perfiles.
El modelo de salud sandinista estimuló la participación de todas las instituciones del Estado y de la comunidad a través de Brigadistas de Salud, para la protección de la salud de sus comunidades y para la gestión de los servicios de salud.
Los yanquis a través del gobierno de Ronald Reagan, actuaron de forma criminal contra la salud y la vida del pueblo nicaragüense. Además de imponer “las muertes violentas provocadas por la guerra” como la primera causa de mortalidad, la guerra de agresión afectó la salud de la población de una forma más global, fue causa de desnutrición en la población del área rural, especialmente los niños, al dificultar las siembras, las cosechas y el suministro de alimentos. Destruyeron instalaciones de salud e impusieron desabastecimiento de medicamentos por el bloqueo.
Las acciones militares impulsadas por el Gobierno de los Estados Unidos y el bloqueo que impuso al país, impidieron que el modelo Sandinista, integral, de participación, multidisciplinario y gratuito, se desarrollara y profundizara en beneficio del pueblo nicaragüense.
Una vez más denunciamos y acusamos al gobierno norteamericano por haber causado daño a la salud del pueblo de Nicaragua, por lo que exigimos su condena.
4. En la década de los años 90, los Estados Unidos continuaron siendo responsables de impulsar políticas neoliberales que le quitaron al pueblo el derecho a la salud, ejecutando la privatización de la atención y reduciendo la inversión en salud. Los gobiernos neoliberales implantaron los cobros de los servicios de salud, reduciendo el presupuesto de salud a la mitad y privatizando el gasto. Todo esto trajo un mayor deterioro de la infraestructura de salud y una disminución del acceso a medicamentos por parte de la población nicaragüense, llegando al punto de que la mayoría de los nicaragüenses teníamos que reducir sus compras de alimentos para poder comprar medicinas. Sin embargo, el pueblo nicaragüense y la lucha sandinista preservamos el modelo de salud instaurado en los años 80, por todo este daño, hacemos responsable directo al gobierno de los Estados Unidos.
La década de los años 90 estuvo marcada por gobiernos neoliberales guiados por el imperialismo norteamericano, en el que pretendieron desmantelar los logros de la Revolución Sandinista, privatizando la salud, reduciendo el número de trabajadores, sin inversión en infraestructura y tecnología de salud, cierre de unidades de salud sobre todo en el área rural y se abandonó el modelo de participación protagónica de la comunidad en el cuidado de su salud, todo esto condujo a:
• Disminución en las coberturas de vacunación en la población, especialmente la infantil.
• Surgimiento de epidemias de sarampión y cólera.
• Aumento de la mortalidad infantil.
• Elevada mortalidad materna.
• Se agravaron los niveles de desnutrición, especialmente en las zonas rurales.
• Disminución del presupuesto destinado a salud. Para el 2005, sólo el 40 por ciento de la población nicaragüense tenía acceso a medicamentos esenciales, por lo que dos tercios del gasto en medicamentos lo asumían las familias y no el Estado.
• Deterioro de la infraestructura en salud y en los pocos equipos existentes.
• Reducción de la participación protagónica de la comunidad en la gestión de salud.
Por el deterioro del estado de salud de la población y por las muertes de niños, mujeres y ancianos que pudieron ser evitadas, denunciamos, acusamos y condenamos al gobierno de los Estados Unidos.
5. Después de 2006, entramos a la segunda etapa de la Revolución rescatando el principio del derecho a la salud, sobre el cual se desarrolla el actual Modelo de Salud Familiar y Comunitario, con una importante inversión para la creación de nuevas unidades de salud y mejoramiento de las existentes, instalación de tecnología moderna en salud, para la atención de la población de forma gratuita, con el protagonismo de la familia y la comunidad en las acciones en salud. Sin embargo, los Estados Unidos a los pocos años, conspira y financia un fallido golpe de Estado, donde directamente se vio afectada la vida y la salud de los nicaragüenses.
En el año 2018, el gobierno de Estados Unidos con la participación de lacayos vendepatria, organizan y financian un fallido intento de golpe de Estado, desarrollando acciones terroristas que causaron la muerte directa de muchos nicaragüenses, bloqueando carreteras con tranques de la muerte en los que asesinaron a nicaragüenses e impidieron el paso de personas enfermas que buscaban atención médica. Además, saquearon y destruyeron unidades de salud y destruyeron 61 vehículos de transporte del Ministerio de Salud. Adicionalmente, intentaron quemar el hospital Fernando Vélez Páiz, el más moderno en ese momento, construido y saquearon la bodega nacional de insumos médicos para el pueblo de Nicaragua.
Por la destrucción de los bienes del pueblo, por el asesinato de nuestros hermanos nicaragüenses y por el deterioro de la salud, denunciamos, acusamos y condenamos enérgicamente a los Estados Unidos.
6. En el año 2020, enfrentamos una pandemia en medio de medidas coercitivas e ilegales de Estados Unidos hacia el pueblo de Nicaragua, en donde tuvimos que luchar contra limitaciones al acceso de ventiladores, vacunas, insumos y medicamentos para la atención de esta enfermedad.
Estados Unidos y demás países imperialistas con su nefasta y nociva política exterior, emprendieron acciones de lesa humanidad en los momentos críticos de la pandemia con el acaparamiento de equipos médicos y equipos de protección personal, lo que incrementó el valor de estos bienes entre 10 y 20 veces su valor normal.
La búsqueda de financiamiento con organismos multilaterales para hacer frente a la pandemia, se hizo efectiva hasta un año después con la condicionante de incluir a organismos “predeterminados” como administradores de los fondos, lo que representó atrasos en los procesos de adquisición, sin dejar de mencionar los elevados costos administrativos por parte de dichos organismos.
Acaparamiento de las vacunas contra la COVID-19 por parte de los Estados Unidos y otros países desarrollados, los que almacenaron más vacunas de las requeridas por su población, lo que produjo falta de disponibilidad de las mismas. Vale la pena mencionar que Nicaragua no estuvo entre los países seleccionados por Estados Unidos para el suministro de vacunas.
Afectación de la salud mental por el constante asedio y producción de noticias falsas sobre cifras exageradas de muertos por la circulación del virus en nuestro país, producida por los secuaces del imperio, que querían menoscabar la confianza en el abordaje de la pandemia del buen gobierno y producir un descontento social en plena pandemia.
A pesar del bloqueo de Estados Unidos hacia Nicaragua, falta de financiamiento inmediato y la falta de suministros oportunos, el Gobierno Sandinista junto al pueblo enfrentó esta pandemia con éxito.
Con este testimonio que abarca diferentes momentos de la historia de nuestro país, estamos denunciando, acusando y condenando al imperialismo yanqui y al gobierno de los Estados Unidos, por su responsabilidad por los daños continuos y permanentes en la salud del pueblo de Nicaragua en los últimos dos siglos.
LOS YANQUIS DENUNCIADOS, ACUSADOS Y CONDENADOS HISTÓRICAMENTE