«Nuestra disputa por el Esequibo es con Estados Unidos y las multinacionales, no con Guyana que, lamentablemente, es una nación tutelada”. Con la pasión del político y el rigor del académico, el diputado Edgardo Antonio Ramírez explica las etapas de una disputa histórica, a pocos días del referéndum consultivo al que el Gobierno Bolivariano llamó al pueblo para responder «cinco veces sí» a cinco preguntas propuestas.
Ramírez, sociólogo y economista con un impresionante currículum en diversos campos de la enseñanza, es un militante de larga data que ha participado en la lucha por el socialismo en Venezuela desde que era líder estudiantil y militó en la juventud comunista.
Fue captado el 3 de septiembre de 1989 para participar en la organización y agitación de masas en Barinas durante la rebelión del 4 febrero, a través de una célula de dos personas, un joven militar y él, pero “siempre pensando que Chávez era un seudónimo no se preguntaba mucho”. Hasta que, después de haber participado como dirigente estudiantil en la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, lo vio pronunciar su histórico «por ahora».
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Luego, también participó en el segundo momento de la rebelión, el del 27 de noviembre, donde fue perseguido con orden de aprehensión, pero logró evitar la cárcel.
Hoy es miembro del Consejo Político del Partido Socialista y de la vicepresidencia de Formación del PSUV. Como diputado, es presidente del Grupo de amistad de parlamentarios de Venezuela con Cuba, forma parte de la Comisión de Política Exterior y Soberanía del Parlamento, y de la Comisión Especial en defensa del territorio de Guayana Esequiba.
—¿Cómo nació la Comisión Especial?
—Luego de la tragedia intervencionista, el pueblo recuperó con el voto la Asamblea Nacional, que hoy se identifica con la constitución. En el interior hay una oposición al gobierno que ha aceptado la regla del juego político, que respeta al Parlamento como uno de los cinco poderes públicos y como patrimonio del diálogo nacional cuando se trata, como en el caso del Esequibo, de defender los valores del Estado, de la patria, de la soberanía.
«En cuanto a nosotros, los diputados socialistas, la mayoría de las leyes impulsadas son resultado del ‘parlamentarismo de calle’, como es el caso de la importante reforma relativa a las comunas.
«En este clima propicio, hace tres años nació la Comisión Especial para la Defensa de la Guayana Esequiba y la Soberanía Nacional. Fue creada para contrarrestar la creciente presencia del imperialismo en el territorio en disputa, rechazar la presencia amenazante del Comando Sur y las perforaciones de multinacionales como Exxon Mobil, que hoy extraen ilegalmente más de 400 mil barriles diarios de petróleo de nuestro territorio.
Venezuela en defensa del territorio Esequibo
«La Comisión Especial tiene un papel muy importante. Es allí, y con el consenso de todas las fuerzas políticas, donde tomó forma la propuesta de referéndum consultivo del 3 de diciembre, una demostración más de que nuestro socialismo se basa en una democracia participativa y protagónica construida por el poder originario, el pueblo, capaz de defender a nuestro Estado, que se basa en tres elementos esenciales: el primero está determinado por el pueblo que participa, que defiende la soberanía y se transforma en sujeto corresponsable, a través del poder popular, que es el poder constituyente. El segundo lo da la ley, que se construye de acuerdo con los principios del preámbulo de la constitución. Y el tercero es el territorio.
«En este contexto, la Comisión Especial ha iniciado un gran debate que no termina el 3 de diciembre, sino que es el punto de partida para involucrar a todos los sectores del país en la defensa del territorio, empezando por la escuela primaria».
—¿Y cuál es el objetivo?
—Investigaciones del profesor Mario Sanoja y la profesora Iraida Vargas indican la presencia de pueblos aborígenes que habitan el Esequibo desde hace 10 mil años. En un territorio de 159 mil kilómetros cuadrados habitan siete pueblos originarios, descendientes de dos etnias raíces principales: los Arawak y Caribes.
«La Comisión Especial del Esequibo cuenta con el apoyo académico y de investigación de las 68 universidades Arbol Asociación de Rectores Bolivarianos. Participan historiadores, antropólogos, abogados, juristas, ex magistrados de la Corte Suprema de Justicia, y figuras emblemáticas como el general de brigada Pompeo Torrealba, quien estuvo 35 años de su vida investigando y conociendo el Esequibo, forjando conciencia en los pobladores, y fundó la ciudad Puerto Esquivel con su plaza Bolívar cerca del río Venamo próximo al Esequibo, y estableció contactos directos con las comunidades. Fue el presidente Nicolás Maduro quien lo ascendió a general de brigada del Ejército bolivariano.
«Todos los lunes, dentro o fuera del Parlamento, tenemos reuniones con diferentes sectores sociales. Durante estos tres años, hemos mantenido numerosos encuentros con los pueblos aborígenes, que protegen un territorio extraordinariamente rico en recursos a preservar, y que, ciertamente, no puede dejarse a merced de los apetitos imperialistas que quieren apoderarse de la región.
«Nuestra constitución, impulsada por el comandante Chávez, está diseñada para impulsar la creación de la universidad de la Guayana Esequiba y la Fachada Atlántica, que garantice programas nacionales de información en las culturas aborígenes, ingeniería naval, el desarrollo adecuado a la ecología, recursos hídricos, reforestación del hábitat, recursos naturales estratégicos con uso soberano, entre otros.
«No se puede vivir en el Esequibo si no conoces a los aborígenes Wai Wai; alrededor de dos mil aborígenes en peligro de extinción son los que viven más apartados en un lugar inhóspito, y son un patrimonio a preservar.
«En la zona de Rupununu, actual región del Alto Tacutu-Alto Esequibo, los Wapishana, liderados por una valiente campesina llamada Valerie Hart, fueron protagonistas de una revuelta el 2 de enero de 1969 para reclamar la nacionalidad venezolana, pero fueron masacrados. Hubo alrededor de 100 muertes e informes de violencia y tortura, especialmente entre los Makushi y Wapishana. Venezuela otorgó la nacionalidad a 120 personas y las colocó al sur del estado Bolívar. En las masacres también participaron mercenarios franceses.
«Los tiempos han cambiado, hoy es otra Venezuela. Por ello, solicitamos al pueblo expresar su opinión al respecto a través de la pregunta número cinco, la cual dice: ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el derecho internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?»
—La disputa por el Exequibo tiene sus raíces en los siglos. Como marxista, ¿qué herramientas cree que deberían utilizarse para avanzar hacia el presente?
—Analizar el tema en términos materialistas y en perspectiva histórica sirve para entender por qué nuestra disputa por el Esequibo es con Estados Unidos y sus multinacionales, no con la República Cooperativa de Guyana que, lamentablemente, es una nación tutelada.
«La historia del Esequibo, región del escudo guayanés entre el oeste del río Esequibo y la cima del monte Roraima, cuenta la historia de la colonización y también la historia de la lucha por la independencia.
«El Esequibo es parte integral de la jurisdicción de los estados Bolívar y Delta Amacuro. La primera evidencia se remonta a la fundación de la Capitanía General de Venezuela, creada por Carlos III en 1777, que incluía los territorios de la antigua provincia de Guayana, que ocupaba la región Esequiba.
«Para quienes, como yo, éramos estudiantes de la educación primaria en la década 60, se nos fortalecía el amor a la patria y la defensa de la integralidad territorial, así como el aprendizaje de la cultura de los pueblos aborígenes cuidadores del Esequibo. Se nos explicaba cómo el territorio de la Guayana Esequiba nos había sido arrebatado mediante engaños durante un juicio en el que, como el del Laudo Arbitral de París de 1899, Venezuela ni siquiera había estado presente.
«Entonces nos representaban dos estadounidenses. Según la ley, para que una sentencia sea cumplida debe existir el debido proceso, es decir, deben participar las partes en litigio y debe haber imparcialidad en el juicio. Dos condiciones que no se dieron en ese momento, porque Venezuela no estaba representada y porque el tribunal estaba integrado por dos jueces ingleses, dos estadounidenses y un presidente del tribunal, Federico de Martens, representante de la Rusia zarista.
«No hubo, por tanto, debido proceso sino exceso de poder (ultra petita). Y por ello, como establecerá luego el Acuerdo de Ginebra, en 1966, ese laudo arbitral fue considerado nulo, irrito e ilegal. Un fraude preparado en 1897 con el Tratado de Washington, que establecía la norma de arbitraje que luego se trataría en París.
«Allí se aceptó la objeción de los ingleses, que se negaban a sentarse a la mesa con los que consideraban bárbaros, los venezolanos. Y los cinco jueces, representantes de las potencias militares y expansionistas de Gran Bretaña, Estados Unidos y Rusia zarista, a finales del siglo XIX en el Tratado de Washington de 1897, establecieron reglas desfavorables para robar 159 mil 500 kilómetros cuadrados del territorio de Venezuela en el Laudo de París de 1899. Un territorio en el centro de sus planes de despojo, tanto desde el punto de vista marítimo-controlando la «desembocadura del Orinoco» y la fachada atlántica- como de minas de oro.
«Conscientes de todo esto, hemos formulado la pregunta número cuatro del referéndum: “¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios conforme al derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?”
«También hay que decir que, mientras se firmaba el Laudo Arbitral, en Venezuela existía un vacío de poder. El presidente huyó al día siguiente porque el general Cipriano Castro estaba por tomar Caracas con sus tropas andinas.
«Entonces, había una Venezuela dividida por una guerra fratricida, que ya no se parecía a la patria de Bolívar y Miranda, y donde gobernaban quienes habían traicionado al Libertador e impuesto el caudillismo.
«El Libertador, en 1817, había decretado los haberes militaris, otorgando a todos aquellos que habían luchado por la independencia una porción de tierra asignada en función del rango obtenido y no en función del color de la piel o la extracción de clase.
«Esto explica el carácter popular de nuestra Fuerza Armada. El general en jefe José Antonio Páez, entonces presidente de Venezuela, aplica la Ley de Abril del cobro de deudas, aprovechándose para obtener las hipotecas de quienes tenían deudas sin poder pagarlas, convirtiéndose así en el principal latifundista.
«De ahí que los campesinos se rebelan a partir de 1848. Así surge el general Ezequiel Zamora, que logró tener el ejército más grande per capita de la historia de Venezuela en ese entonces (30 mil hombres a caballos) y forjar la guerra federal.
«El asesinato del general Zamora, el 10 de enero de 1860, no evitó que culminará la guerra popular.
«Es por ello que, en 1861, la oligarquía le solicita al gobierno inglés un empréstito para la compra de armas para detener la revolución federal y, a la vez, en una carta firmada por la oligarquía, representada por Nicomedes Zuloaga, Mendoza y Pedro Gual, entre otros, le solicitan a Gran Bretaña que intervengan como nación civilizada en favor de los intereses de los ricos, a cambio de ceder el Esequibo.
«Se repite la misma historia de los traidores de la patria. Posteriormente, en 1895, la oligarquía invoca la doctrina de Monroe para enfrentar a Gran Bretaña, potencia en ascenso por el desarrollo de las fuerzas productivas debido a la revolución industrial.
«Es la misma actitud adoptada hoy por esta oligarquía apátrida, como hemos visto en los últimos años y como hemos visto en los últimos días, con la intervención de la señora Machado en la página del Ministerio de Asuntos Exteriores de Guyana».
—¿Y que pasó entonces?
—El plan no llegó a concretarse. Pero cabe subrayar otro hecho importante. En 1865 murió Robert Hermann Schomburgk, el explorador mercenario contratado por los ingleses en 1835, quien fuera responsable de cuatro líneas fronterizas fraudulentas para robar porciones de territorio Esequibo a Venezuela, dos de las cuales fueron anotada como suyas incluso cuando ya estaba muerto.
«La evidencias históricas de que todo el territorio Esequibo pertenecía a Venezuela son numerosas. En 1895, el general Domingo Antonio Sifontes se enfrentó a los ingleses que habían ingresado al territorio nacional desde la Guayana Inglesa, hoy Guyana, en busca de oro, y los derrotó. Pero ya en 1821, Bolívar dio instrucciones de protestar contra Gran Bretaña por las incursiones de soldados realizadas desde Guyana hacia el territorio de la entonces Gran Colombia.
«Inglaterra había comprado L’Esequibo a Holanda, la potencia que entonces se beneficiaba más de la industria esclavista, en 1814, por tres millones de libras. Esequibo se llamaba entonces Demerara y Berbice, y luego pasó a llamarse Guayana Británica.
Y, en 1824, resulta que Gran Bretaña reconoce el Esequibo como parte de la Gran Colombia, y lo hará también en 1834, luego del asesinato de Sucre, la muerte del Libertador, la separación de la Gran Colombia y el nacimiento de la república presidida por el general Páez.
«El Reino de España, en 1845, reconoce la independencia de Venezuela con el territorio de la Guayana Esequiba, 24 años después de la Batalla de Carabobo, en 1821. Por lo tanto, el explorador Schomburg, mercenario de los ingleses, había trazado las líneas fronteras falsas en 1835 y 1840, y lo más inaudito, en 1887 y 1897, después de su muerte, ocurrida en 1865.
«Sin duda alguna, los ingleses falsificaron todo para robar a Venezuela los 159 mil kilómetros cuadrados, que representaban el 90 por ciento de los 203 mil 310 kilómetros cuadrados que deseaban robarse, con la ayuda de los estadounidenses, en la confabulación del Laudo de París de 1899; como lo hacen actualmente, robándonos 29 toneladas de oro que están secuestradas en el Banco de Inglaterra y el robo de la empresa petrolera Citgo en Estados Unidos.
—¿Cómo surgió el Acuerdo de Ginebra?
—En 1949 muere Severo Mallet-Prevost, abogado elegido por Estados Unidos para representar a Venezuela en el Laudo arbitral, dejando a su notario un memorando que pide se publique, en el cual da a conocer todas las trampas y falsificaciones de los dos jueces ingleses y dos jueces estadounidenses convalidadas por el presidente del tribunal, el ruso zarista Martens.
«Esto pasó cuatro años después del fin de la Segunda Guerra Mundial y de la liberación del nazifascismo. Venezuela había suministrado combustible a los aliados. Y cuando submarinos de Hitler habían hundidos dos barcos petroleros que transportaba el combustible para las fuerzas aliadas anti fascistas, el general presidente de la República, Isaías Medina Angarita, que había dado la libertad a los comunistas para participar en política conforme a la alianza antifascista de EE.UU., Gran Bretaña y Unión Soviética, asimismo exigió la seguridad de los buques petroleros, la división en partes iguales en el negocio del petróleo y la instalación de una planta de refinación de petróleo en Venezuela.
«Por eso, seis meses antes de que finalice su mandato, le organizan un golpe de Estado. En 1948, llega Marco Pérez Jiménez, luego en 1958 es derrotado y llegan los gobiernos de democracias representativas y la constitución de 1961.
«Surge un interesante debate sobre el Esequibo en la socialdemocracia que gobernaba en ese momento, a partir de la evidencia aportada por Prevost.
«Un canciller, Marcos Falcón Briceño, presenta un informe sobre el asunto ante la ONU para demostrar la nulidad del laudo arbitral. Hay que tener en cuenta el contexto de la época.
«Venezuela era entonces el buque insignia de Estados Unidos, en cuyo nombre lanzó ataques contra la Cuba socialista, pidió su expulsión de la OEA y presionó a los países latinoamericanos para que la bloquearan.
«Así, en 1962, los socialdemócratas lograron la formación de una comisión entre Gran Bretaña y Venezuela que culminó con el Acuerdo de Ginebra, en 1966, en el que se determinó que el Laudo de París era nulo, irrito e ilegal.
«Pero debemos recordar otro hecho muy importante: En 1960, la ONU aprobó el nombramiento de una comisión para promover la descolonización. Sólo dos países votaron en contra: Estados Unidos y Gran Bretaña. Venezuela, que formaba parte del grupo 24 pro descolonización, honró su compromiso de la aceptación de la independencia de Guyana tres meses después de la firma del Acuerdo de Ginebra, pero consignó la reserva que destacaba los 159 mil 500 kilómetros cuadrados de la Guayana Esequiba como territorio venezolano.
«El acuerdo de Ginebra establece en su artículo 1 la solución práctica y satisfactoria para ambas naciones mediante la negociación directa, como lo establece el artículo 4 numeral 2, basado en el artículo 33 de las negociaciones de las controversias de las Naciones Unidas, que establece ocho formas de negociación consecutivas por ambas partes.
«El comandante Chávez, al visitar la República Cooperativa de Guyana, propone el trabajo mutuo de los recursos naturales estratégicos, la formación profesional del personal en materia de hidrocarburos y la realización de la autopista desde Tucupita hasta Georgetown, en el marco del proceso de integración Bolivariano y conforme al acuerdo de Ginebra, y a la vez, la venta de petróleo en el marco de Petrocaribe.
«El gobierno de Guyana, unilateralmente, acude a la Corte Internacional de Justicia en el 2018, violando el Acuerdo de Ginebra. Con ello pone en peligro la paz de la región, al permitir la licencia de la Exxon Mobil para la exploración y explotación petrolera. Aunado a los ejercicios militares y la presencia del Comando Sur en las aguas del Caribe.
«Quisiera recordar que, en 1982, cuando Argentina ocupó las Malvinas, territorio que le había sido arrebatado en 1833, en el Consejo de Seguridad, Guyana, en la primera discusión (en la segunda se abstuvo) votó a favor de Inglaterra. Desde entonces, entre estancamientos y reinicios, la cuestión ha estado en manos de la ONU, que debería nombrar un buen oficiante y trabajar para hacer cumplir los Acuerdos de Ginebra, y no favorecer la intervención de la CPJ.
«El presidente Maduro ya ha escrito tres cartas oficiales, una al exsecretario general de la ONU, Ban-ki Moon, en 2015, para recordarle que debe garantizar los Acuerdos de Ginebra y fomentar el diálogo, una segunda al actual secretario Antonio Guterres, en 2018, y un tercero en 2021 del mismo tenor».
—¿Y cómo se explica el apoyo de Caricom a Guyana?
—Caricom tiene un protocolo diplomático por el cual, después de una discusión, cuando se toma una decisión, los 14 países deben respetarla. Esto no significa que no haya diferencias internas.
«Venezuela firmó un acuerdo con Trinidad y Tobago para extraer gas y petróleo en áreas marítimas, para realizar juntos el comercio de los hidrocarburos. El primer ministro de Trinidad y Tobago manifestó recientemente la posición pro Guyana de Caricom, pero igualmente destacó la preocupación por una posible escalada del conflicto.
«Venezuela se mantiene vigilando la soberanía de las fronteras marítimas y su salida a la fachada Atlántica. Venezuela es firmante de la Declaración de América Latina y el Caribe como zona de Paz, lo cual se pone en peligro con los ejercicios militares de Guyana y EE.UU, además de la presencia militar del Comando sur en el Caribe.
«Considerando que no estamos haciendo maniobras con Rusia o China, sino que nos limitamos a vigilar nuestras fronteras, y considerando que, a propuesta de Chávez y Fidel, en 2014 la Celac declaró a América Latina zona de paz, es la presencia y provocación militar del Comando Sur aliado del gobierno de Guayana, lo que pone en peligro la paz y la integración de la región.
«Además, está la cuestión de Surinam, que es en parte holandesa, pero por otra parte tiene un territorio en disputa con Guyana, el Tigris, donde Guyana ha decidido instalar una base militar.
«Surinam está protestando la militarización de la zona fronteriza y reclamación del Tigris por parte del gobierno de Guyana, lo cual, es una muestra de las diferencias en los países del Caricom. Incluso está pensando en un referéndum consultivo como el nuestro.
«Finalmente, invito a todas y todos los venezolanos a reafirmar nuestra soberanía en la Guayana Esequiba, votando cinco veces Sí en el referendo consultivo del 3 de diciembre».