76 años de la Nakba: La Revolución de la memoria y resistencia Palestina

Foto: 76 años de la Nakba: La Revolución de la memoria y resistencia Palestina / Cortesía
Foto: 76 años de la Nakba: La Revolución de la memoria y resistencia Palestina / Cortesía

Este aniversario de la Nakba obliga a reflexionar sobre cómo los eventos de 1948 siguen resonando en el presente, afectando la vida de millones de palestinos.

En el contexto actual, es crucial que la comunidad internacional despierte de su letargo y actúe decididamente en apoyo de la justicia y la paz para Palestina.

NOTA DE PRENSA
76 AÑOS DE LA NAKBA: LA REVOLUCIÓN DE LA MEMORIA Y LA RESISTENCIA PALESTINA

Hoy, en otro aniversario de la Nakba de 1948, recordamos el impacto duradero de este trági-co evento y su inextricable relación con la ac-tual situación en Palestina. La Nakba, tér-mino árabe que significa “catástrofe”, refie-re al éxodo forzado de aproximadamente 700,000 palestinos durante la guerra árabe-israelí de 1948. Este éxodo marcó el inicio de un conflicto prolongado y cruel que ha de-jado a una comunidad de refugiados de aproxi-madamente seis millones de personas, muchas de las cuales viven en condiciones deplora-bles en Líbano, Siria, Jordania y la Cisjor-dania ocupada.

Desde entonces, los palestinos que permanecieron en el territorio que se convirtió en Israel han enfrentado décadas de discriminación y restricciones, sometidos a la ley marcial hasta 1966. Hoy, los palestinos en los territorios ocupados desde 1967 viven bajo un régimen opresivo de ocupación militar que restringe severamente sus derechos y libertades, afectando todos los aspectos de su vida diaria. La omnipre-sencia de puestos de control, el muro de se-paración y políticas restrictivas sigue limi-tando la movilidad y el acceso a recursos esen-ciales, exacerbando las tensiones y violaciones sis-temáticas de derechos humanos.

Desde 1948, se han realizado múltiples intentos de alcanzar la paz, incluyendo los Acuerdos de Oslo en la década de 1990. Sin embargo, el proceso de paz ha estado estancado durante años, con repetidos fracasos en las negociaciones. En Gaza, los refugiados y sus descendientes re-presentan tres cuartas partes de la población. La negativa de Israel a permitir el regreso de estos refugiados sigue siendo un obstáculo insalvable en las conversaciones de Paz, que colapsaron hace más de 15 años.

Hoy, Gaza enfrenta una crisis aún más devastado-ra, con una ofensiva israelí que ha causado la muerte de más de 35,000 palestinos (70% de ellos entre niños, mujeres y adultos mayores), más de 78,000 heridos y ha desplazado a 1,7 millones de personas, muchas de ellas múltiples veces; mismas personas que están expuestas a enfermedades, deshidratación, desnutrición aguda entre otros padecimientos por la falta de ayuda humanitaria, cuyo ingreso a la Franja de Gaza se ha visto frenada por Colonos ilegales Israelís y el Gobierno de Israel.

La devastación en Gaza es inconmensurable, con barrios enteros destruidos y daños valorados en 18,500 millones de dólares. La ONU estima que tomará hasta 2040 para reconstruir las viviendas destruidas. Los palestinos temen que la magnitud de la actual destrucción les impida regresar a sus hogares, perpetuando así su situación de desplazamiento y sufrimiento interminable.

Este aniversario de la Nakba nos obliga a re-flexionar sobre cómo los eventos de 1948 si-guen resonando hoy, afectando la vida de mi-llones de palestinos, ante la indiferencia y pasividad de los organismos internacionales, y manteniendo viva la compleja y dolorosa cues-tión del conflicto israelí-palestino. Este conflicto no es más que una herramienta de los intereses imperialistas de Estados Unidos y sus aliados.

A pesar de los continuos crímenes de ocupación contra el pueblo palestino, la resistencia y convicción del mismo los lleva a persistir y luchar para lograr el fin de la ocupación. En este día de conmemoración, es crucial recordar la importancia de los derechos humanos y la búsqueda de una solución justa y duradera; una solución que otorgue al Pueblo y Estado de Palestina su plena soberanía y autodeterminación, en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como su capital.

Hoy, más que nunca, es vital que la comunidad internacional despierte de su letargo y actúe decididamente en apoyo de la justicia y la paz para Palestina.