Sea tu gloria
Sobre toda la tierra
Nada puede, ni lo hará, detener la victoria que hay en Jesucristo.
“No está aquí, porque ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde yacía el señor”. Mateo 28:6.
Queridas familias nicaragüenses:
En este fin de semana de gloria y victorias de la vida que renace, porque renacemos con cristo, a la esperanza, a la pascua que anuncia y canta al amor, a la solidaridad, a la fraternidad, y a los triunfos de la serena y sabia entrega a la voluntad de Dios, nos abrazamos, en sincera convicción de resurrección de todo lo bueno que nos corresponde fortalecer en cada uno, y todo lo mejor que podemos construir unidos, celebrando agradecidos los dones del señor, la salud y la fuerza, la humildad también, de nuestro invicto e invencible espíritu.
En este domingo de pascua que es de resurrección, que es de permanente esperanza que nadie puede arrebatarnos, nos comprometemos a continuar promoviendo concordia, bienestar, derechos, acompañándonos desde nuestra valiosa y valerosa cultura, nuestras maneras de vivir, nuestra fe, nuestras lenguas, tradiciones, costumbres, nuestro gozo de hogar, familia y comunidad, y nuestra inquebrantable determinación de dignidad, asumiendo lo que somos, lo que hacemos, y lo que queremos ser, en un mundo donde nos sabemos privilegiados y orgullosos defensores de la vida, en todas sus formas, y de la familia que convive, porque convivimos, con la fuerza virtuosa y potente del amor, la esperanza y la paz.
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Domingo de resurrección... Domingo de pascua florida… Domingo para la unión, la unción, invocando siempre al altísimo, a nuestra madre maría, viviendo con plenitud todos los mandamientos de nuestra fe, como hemos aprendido y practicado a lo largo de nuestras vidas, procurando amar a dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos.
En amor a dios y amor entre nosotros, hoy domingo de pascua, de resurrección, nos decretamos, en el nombre poderoso de Jesús, fieles y modestos practicantes y caminantes del cariño, la paz, la solidaridad; fieles custodios de nuestros valores de familia, de nuestros ideales, de nuestro trabajo por un mundo mejor, con respeto, dignidad, derechos y, por supuesto, en fe creciente y en evolución permanente.
Y es que nos pertenece ya ese mundo mejor, de justicia, libertades, de democracia protagónica y complementaria, de trabajo y bienestar para todos, de fraternal, duradera y sostenible relación bienhechora entre nosotros, todos los seres vivos, y con nuestra madre tierra que nos alberga y nutre, y que debemos cuidar y salvar.
En fuerzas misteriosas y victoriosas, fuerzas de vida, hermandad, paz, solidaridad, y prosperidad merecidas, nos reunimos alegres y confiados en que las verdades eternas nos fundan, nos animan, nos alientan, nos impulsan a ser como dios manda, creaturas suyas, fe, familia humana, y comunidad que vence.
“fijo está mi corazón, oh dios, fijo está mi corazón: cantaré y alabaré… Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad. Ensalzado tú, oh dios, sobre los cielos; sea tu gloria sobre toda la tierra”. Salmos 57: 1-2,7,10-11.