Opinión: Nicaragua Sandinista, a 41 años, la Revolución Avanza en Victorias

nicaragua

4 de Mayo. Semana 06
-Viernes 17 de julio de 2020-

Juan Carlos Ortega Murillo.
Joaquín Vargas Zamora.
Danilo Lechado.

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¿Por qué se afirma que en Nicaragua vivimos en Revolución?

Danilo:

La Revolución se construye cada día. Por eso no puedo decir que se afirma, sino que se atestigua a diario que vivimos en Revolución. El principal motor y eje de esta causa es sacar al país de la pobreza y esa lucha la conduce el Frente Sandinista con la participación del pueblo. Superar la pobreza significa restituir derechos, ejercer y defender la soberanía nacional y profundizar los espacios de participación política del pueblo. También significa oponerse a la dictadura mundial que encabeza el imperialismo yanqui, cuyo propósito es, como todo imperio, el de imponer sus intereses por encima de los demás pueblos. Revolución es amar y cuidar a Nicaragua, la Patria Libre que nos cobija.

Juan Carlos:

En la campaña electoral del año 2006, Daniel le dijo al pueblo de que si el Frente Sandinista ganaba la elección presidencial en Nicaragua se llevaría a cabo un cambio profundo. Después de 16 años de gobiernos neoliberales, antisandinistas, era un compromiso natural que el Sandinismo tenía que asumir con el pueblo. Y eso es lo que hemos venido viviendo desde el año 2007, cuando el FSLN regresó al gobierno de Nicaragua: un cambio profundo, que es lo que define a cualquier proceso revolucionario. Lo vivimos en lo social, en lo político y en lo económico, donde lo que mejor puede definirlo es el término Revolución Democrática.

Nicaragua avanza por el camino de una Revolución Democrática, que garantiza derechos en materia social, para todos, sin distingos políticos, partidarios, ideológicos, económicos, sociales, de raza o de género.

Nicaragua avanza por el camino de una Revolución Democrática en lo económico, con estrategias exitosas en la reducción de la pobreza y extrema pobreza, y el empoderamiento de todos los nicaragüenses con herramientas que les han permitido convertirse en protagonistas de la actividad económica del país. Prueba de ello es el crecimiento visible y tangible que hemos vivido en la micro, pequeña y mediana empresa, en los negocios familiares, en los emprendimientos.

Nicaragua avanza por el camino de una Revolución Democrática en lo político, porque el poder político lo ejerce la ciudadanía. Ese poder político que se materializa en un modelo de trabajo en el que las estructuras del FSLN en el territorio sirven de enlace entre la población y las estructuras de gobierno local y nacional, para canalizar la voz del sentir popular. Si el Frente Sandinista no estuviera en el gobierno, ese modelo de trabajo que le permite al ciudadano ejercer su poder desde el territorio no existiría. Por eso este es un proceso que aún hay que profundizar e institucionalizar.

Nicaragua avanza por ese camino de la Revolución Democrática en la que la conciencia del pueblo se fortalece en la defensa de la soberanía, el derecho a nuestra autodeterminación, el derecho a la Patria Verdaderamente Libre, que jamás permitirá la injerencia, la intervención, de fuerza extranjera alguna que, desde una visión imperialista y colonialista, trate de ejercer su dominio sobre Nuestro Pueblo.

Nicaragua avanza por ese camino de la Revolución Democrática, construida sobre la base de principios Sandinistas, Cristianos, Socialistas y Solidarios, desde los que se forja este presente y ese futuro de prosperidad, progreso y bienestar que todos deseamos.

Joaquín:

Nuestra constitución, Sandinista, tiene 33 años más o menos de existir, tenemos 41 años de la insurrección popular, tenemos 30 años de haber perdido el poder ejecutivo en elecciones libres, 14 años de haber ganado nuevamente el poder ejecutivo por la misma vía, la ultima enmienda a la constitución fue hace 6 años, el año que viene vamos a elecciones. Nuestra ciudadania, nuestra soberanía, nuestra noción de nación y patria, nuestros derechos, están en pañales, estamos apenas comenzando a percibir los reales beneficios y deberes de ser nicaragüenses, y Sandinistas.

Vivimos en Revolución porque desde que emprendimos nuestra marcha hacia la democracia, la soberanía y la autodeterminación, hace mas de 41 años, nunca nos hemos detenido en nuestro proceso de restituir los derechos de todos los Nicaragüenses, independientemente de credo social, político y religioso. La Nicaragua Sandinista Revolucionaria, es una Nicaragua de y para todos los Nicaragüenses.

Vivimos en Revolución porque nuestros poderes del estado, nuestro sistema económico, nuestra libertad social y política son inigualables y únicos a nivel mundial, somos la vanguardia de la libertad, real.

¿Con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista desapareció el Somocismo en Nicaragua?

Juan Carlos:

El 17 de julio de 1979 Somoza se fue, pero el somocismo no se fue por completo. Recordemos que Somoza era un dictador marioneta de los EEUU. Ellos lo pusieron ahí. Fue Estados Unidos quien le ordenó asesinar a Sandino el 21 de febrero de 1934, y él como perro obediente ejecutó la orden. ¿Cuál fue su recompensa? Los Estados Unidos avalaron su Golpe de Estado en contra del presidente Sacasa, dando inicio así a casi 50 años de dictadura sangrienta al servicio de los intereses de la Casa Blanca.

Y los somocistas de hoy siguen operando al servicio de los Estados Unidos. Lo hacen desde aquí y desde afuera, como perros falderos. La misión que le han asignado es erradicar al Sandinismo. Lo vimos en el 2018, en esos videos que ellos mismos compartieron en redes en donde secuestran, torturan y queman a compañeros militantes del Frente Sandinista. Y lo celebran.

Ellos quieren llevar a cabo esa infame tarea, la de asesinarnos y erradicarnos a todos los sandinistas, sabiendo que su recompensa es el control del gobierno nacional a cambio de la entrega de la Soberanía y la Libertad de nuestra Patria a los EEUU, cuya declaración de guerra en contra de Sandino y el Sandinismo aún está vigente.

Joaquín:

No, simplemente mutó. Es un virus que muta ante nuestra constante lucha por erradicarlo.

Nuestra consigna de “muerte al Somocismo” deviene de la conciencia que la lucha en contra del vendepatria. Es a muerte.

Nuestra tierra nos da de comer, nos da de beber, nos cobija y nos da los medios y recursos necesarios para sobrevivir y trascender. No somos un país que necesite invadir o subyugar a otro para subsistir.

En nuestra lucha por la autodeterminación, el imperio es nuestro adversario. Pero el vendepatria, tu hermano que se voltea en tu contra, es el verdadero enemigo.

Danilo:

Desgraciadamente no. El triunfo de la Revolución de 1979 sacó a la dictadura somocista del poder, pero el somocismo como modelo de opresión política, social y económica, como ejercicio de violencia criminal contra el pueblo, sigue gravitando en la mente de quienes desean enriquecerse aún a costa de la sangre de las familias empobrecidas. Algunos sectores que, sin ser sandinistas, se opusieron a Somoza en su época, no han tenido reparos hoy en retomar y avalar sus prácticas más criminales para intentar desconocer la decisión soberana del pueblo de tener al Frente Sandinista en el gobierno haciendo una Revolución.

Esto último lo observamos claramente durante la intentona golpista, cuando muchos se quitaron la careta y asumieron el fascismo antisandinista por su odio visceral contra un pueblo crecido en fuerza y con sus derechos restituidos. Es por eso que la consigna “Muerte al Somocismo” sigue vigente y hoy por hoy representa el máximo compromiso de lucha de cada sandinista contra toda forma de opresión al pueblo.

¿Cómo se contrasta el compromiso del Sandinismo con la Democracia con las actitudes de los grupos antisandinistas?

Joaquín:

El Sandinismo ha garantizado elecciones libres y populares, ha garantizado salud, educación y esparcimiento, ha garantizado la paz y la reconciliación, ha garantizado nuestros derechos ciudadanos y nuestras libertades sociales.

La democracia es más que “votar”. Y definitivamente no es tratar de botar a un gobierno democráticamente electo y socavar el orden constitucional de un país.

Juan Carlos:

El Sandinismo está dispuesto a coexistir con cualquier ideología. Incluso la de aquellos que nos adversan. Dispuesto a coexistir en un marco de respeto mutuo; unidad en la diversidad, se ha proclamado. Y de respeto a las reglas del sistema democrático establecido en Nicaragua.

En los últimos 41 años ellos no han respetado las reglas de la democracia y han rechazado la existencia misma del Sandinismo, llamando a la proscripción y erradicación del Sandinismo.

No reconocieron el resultado electoral de 1984 en donde el FSLN ganó los comicios presidenciales. De hecho, se negaron a participar en aquella elección, porque el resultado a favor del Frente ya se veía venir.

El Frente reconoció sus derrotas electorales en 1990, 1996 y 2001, a pesar de señalar indicios de fraude a favor del antisandinismo en 1996 y 2001. Y a pesar de que todos han sido procesos electorales bajo la amenaza y el chantaje de los Estados Unidos.

A esta fecha, les cuesta reconocer el triunfo electoral del Frente Sandinista en 2006, poniendo cualquier pretexto, por ilógico que parezca.

Se negaron a reconocer su derrota en 2011. Y en 2016 muchos de ellos decidieron no participar, porque ya sabían que iban a perder el voto popular. Y desde ya los vemos desconociendo las elecciones de 2021, porque están vaticinando su propia derrota. Saben que no existe movimiento político revolucionario más fuerte que el FSLN.

Y decía que rechazan la existencia misma del Sandinismo, y muestra de ello es que se rehusan siquiera a sentarse a conversar y dialogar con el Frente Sandinista, porque inmediatamente señalan a quien lo haga de “pactista y vendido” a favor del FSLN. Y en la democracia eso no es así. En un sistema democrático se reconoce la existencia de diferentes ideologías y se establecen mecanismos de diálogo para encontrar consensos que faciliten el buen rumbo del país. El Frente Sandinista reconoce eso. El antisandinismo no.

Danilo:

El contraste es evidente. La fracasada intentona golpista y todos los crímenes de odio que impulsaron son el ejemplo más reciente de una política que se sustenta en la animadversión contra todo lo que tenga un carácter popular. Podemos recordar también el desconocimiento de todas las elecciones en las que el Frente ha ganado por amplísimo margen. Históricamente han habido muchos momentos en los que el Frente Sandinista ha demostrado su compromiso con la Democracia; la Democracia en su sentido más amplio y completo. La Revolución de 1979 en sí fue un triunfo democrático, porque restituyó el derecho del pueblo a ser gobierno tras derrocar a una minoría impuesta dictatorialmente por el imperialismo yanqui. Luego, con la refundación del país alrededor de una nueva Constitución, se definieron políticas sociales y económicas para promover la democratización de la participación política y del manejo de los recursos, esto último en busca de mayor equidad social.

Se avanzó enormemente con el primer Gobierno Sandinista en ese sentido, a pesar de la guerra y el bloqueo. Posteriormente, con las elecciones de 1990 el FSLN se convirtió en el primer partido político en la historia de Nicaragua en haber llegado al poder a través de las armas y entregarlo pacíficamente como resultado de las urnas. Esta fue una lección de coherencia máxima cuyo gran protagonista, sin duda, fue el Comandante Daniel Ortega. En los años de oposición, el FSLN demostró su vocación democrática al defender las conquistas de la Revolución y propiciar la estabilidad del país. Todo lo anterior demuestra la congruencia del Sandinismo en su compromiso democrático y creo que el gran reto hoy es seguir profundizando esa Democracia con formas de participación, integración y protagonismo Novedosas y Directas para el pueblo.

¿Es democrático que un mismo partido permanezca en el gobierno por un largo período de tiempo?

Joaquín:

Si el pueblo así lo desea, sí. Para eso los comicios.

Danilo:

Esa es una decisión libre y soberana del pueblo. Lo antidemocrático sería imponer una alternancia artificial que no sea decidida directamente por la población nicaragüense. Sin embargo, una de las tareas hoy por hoy es construir nuevas formas de protagonismo popular en un Nuevo Modelo de Democracia Directa.

Juan Carlos:

Cualquier movimiento político, cualquier partido político, que limpiamente logre obtener la mayoría de votos de la población en elecciones consecutivas, sin importar cuantas veces sea, ocupa un cargo completamente legítimo como gobernante del país. Esas son las reglas de la democracia. Por su propia naturaleza, los partidos políticos buscan alcanzar el poder gubernamental y el mecanismo para hacerlo son las elecciones. Así que no importa cuánto tiempo permanezca un partido político en el gobierno, mientras eso sea resultado de procesos electorales en los que se respete el voto popular, tal y como ha sucedido en las elecciones nicaragüense de 2006, 2011 y 2016. Y estoy seguro de que el Sandinismo saldrá nuevamente victorioso en 2021.

¿Cómo mantener viva la simpatía de la ciudadanía por un partido que lleva varios períodos al frente del gobierno para que siga votando a su favor en las urnas?

Danilo:

Cuando el Frente ganó las elecciones de 2006, lo hizo con el 38.07%; cinco años después, en 2011, obtuvo el 62.46%; y en 2016, alcanzó el 72.44% de los votos. Queda más que demostrado que, en Paz, el Frente no sufre el llamado “desgaste” de estar en el gobierno, porque precisamente hace un Buen Gobierno y eso lo reconoce la gente. Son otros los factores a tomar en cuenta. Todas las elecciones que con anterioridad perdió el FSLN fueron a consecuencia de una política intervencionista de chantaje y condicionamiento del voto popular, sin olvidar las prácticas fraudulentas que se ejecutaron a partir de 1996.

Simpatía no ha dejado de tener nunca el Sandinismo, particularmente con el liderazgo del Comandante Daniel Ortega Saavedra, un hombre comprometido de toda la vida con el pueblo. ¿Cómo enfrentar el injerencismo que pretende condicionar el voto popular? Esa me parece una pregunta más adecuada a nuestra realidad y cuya respuesta está en seguir despertando y evolucionado la conciencia del pueblo, escuchando y sintonizando siempre con sus anhelos y demandas, destacando permanente su protagonismo en esta Revolución que avanza todos los días a pesar de los retos. El enemigo subestima la conciencia que ha alcanzado el pueblo nicaragüense durante esta nueva etapa de la Revolución, mientras que nosotros no subestimamos a nuestros adversarios.

Juan Carlos:

No existe gobierno que se mantenga en pie sin la simpatía y la aprobación de las grandes mayorías. Entonces el trabajo es gobernar a favor de las grandes mayorías. Una buena gestión de gobierno que dé respuesta a los problemas más sentidos de la sociedad, que garantice el cumplimiento de sus derechos más esenciales, que le brinde herramientas para su desarrollo económico, que le haga sentir parte de las estructuras de poder para tomar decisiones de carácter local y nacional, que le brinde tranquilidad y seguridad… que, en pocas palabras, le haga sentir bien… ese es un gobierno que se habrá ganado la simpatía y aprobación del pueblo y en el cual la mayoría de los ciudadanos depositará su confianza para renovar su mandato a través del voto.

Joaquín:

De la forma que lo ha hecho el FSLN: garantizando nuestras libertades sociales y políticas, y luchando como tigre por las conquistas sociales, por la salud, por la educación, por la paz.