En ocasión del 198º aniversario de la Independencia de Centroamérica y el 163º aniversario de la gesta de San Jacinto, la Embajada de Nicaragua en el Perú y las Mesas Redondas Panamericanas celebraron la hermandad entre ambos pueblos e hicieron votos porque brille hermosa la paz en nuestro cielo, condición necesaria para seguir construyendo la patria libre que soñó Sandino, la patria de todos que soñó Darío.
De su interés: Nicaragua y Valonia continúan fortaleciendo lazos de amistad
La embajadora Marcela Pérez Silva rememoró los quinientos años de amistad que unen a nuestros pueblos, e invitó a todos a conocer el país que calificó como “un paraíso”: con sus majestuosos volcanes, sus dos mares, sus grandes lagos y su gente digna, trabajadora y enamorada de su tierra, siempre dispuesta a defender su soberanía.
La velada fue amenizada con danzas de Nicaragua y el Perú, respectivamente. Se proyectaron videos que recogen las bellezas naturales y culturales con las que el acogedor pueblo nicaragüense recibe a los visitantes. Como fin de fiesta, los participantes tuvieron ocasión de degustar el proverbial gallo pinto y los nacatamales, así como una selección de dulces pinoleros y el delicioso macuá con ron de Nicaragua.
