Contrario a la situación que vivió Nicaragua desde abril, en Costa Rica no hay actores políticos que intenten un golpe de estado contra el gobierno del presidente Alvarado, explica el analista Adolfo Pastrán.
“Se ha salido de las manos esta situación en Costa Rica, no hay capacidad de diálogo en este momento entre el gobierno y las centrales obreras, hay otros sectores ajenos que se quieren meter, nadie debe de meterse. La lección que deja todo esto, no hay un pueblo cuando a la población no se le responde a las demandas. En el caso de Costa Rica la diferencia de Nicaragua en donde aquí fueron grupos políticos los que han promovido esta intentona de golpe de Estado y de situación difícil que ha vivido Nicaragua, allá porque la población no quiere pagar costo que le quieren imponer con un reajuste fiscal muy severo que les va a dañar su economía”, analizó Pastrán, quien también es propietario del boletín electrónico Informe Pastrán.
"Los medios de comunicación ticos no han mostrado la verdadera realidad que vive ese país. Los medios han tratado de mediatizar, no quieren dañar la imagen del país para no afectar su turismo, aunque ya varios cruceros este fin de semana no pudieron atracar. Ya hay desabastecimiento de combustible, robos, bancos que han perdido sus cajeros automáticos, los medios están tapando esos sucesos y los veo mas bien inclinados del lado del gobierno ofreciendo las versiones oficiales”, puntualizó el analista.
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Pastrán manifestó que ante el contexto que vive la región la moraleja es clara. “Se trató de afectar al país con más crecimiento económico, el más seguro de Centroamérica, el de mayor seguridad ciudadana como era Nicaragua y aquí se advirtió en mayo que se podría crear un efecto dominó en el resto de la región, que grupos opositores pudieran aprovecharse de esto, para inestabilidad la región, eso fue un error gravísimo”, indicó.
“Por eso no hay que andar viendo la paja en el ojo ajeno sin ver primero la nuestra”, valoró Adolfo Pastrán.
Le consultamos sobre el papel de organismos de derechos humanos internacionales que no se han pronunciado sobre la situación en el vecino país y como en el caso de Nicaragua en abril a estas alturas ya estaban emitiendo comunicados.
“Ojalá que la OEA, la CIDH, el alto comisionado de las Naciones Unidas vea por los derechos humanos de los costarricenses que están siendo vulnerados. Eso es lo malo cuando se usa un doble rasero para calificar a un país y para calificar a otro”, manifestó.
Lo cierto es que aumentan los saqueos, la destrucción, la economía se está paralizando y parece no detenerse la ola de violencia en Costa Rica.
