El representante de Bolivia, Sacha Llorenti, ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) rindió sus declaraciones en la reunión del Consejo de Seguridad sobre la situación que atraviesa Nicaragua.
El boliviano destacó que si en realidad la comunidad internacional quiere ayudar a Nicaragua debe hacerlo en el marco de Carta de la ONU, por lo que tiene que respetar la soberanía y condenar la injerencia, el intervencionismo y la política de cambio de régimen.
"Señora presidenta tomamos la palabra para reiterar nuestro rechazo a la realización de la sesión de hoy en el Consejo de Seguridad. Esta esa una instancia llamada a velar por los asuntos relacionados con las amenazas a la paz y seguridad internacional y Nicaragua no se constituye en amenaza alguna ni para la región ni para el mundo".
Llorenti destacó que los miembros permanente del Consejo de Seguridad tienen la responsabilidad de evitar la instrumentalización política e ideológica de este Órgano, por lo tanto considera en despropósito que bajo el título de cooperación regional y subregional se pretenda a traer la atención a la situación interna de un estado miembro de la organización.
"Bolivia considera el argumento que tratar la situación de Nicaragua no aplica porque no se está investigando ninguna controversia o situación sustentible de conducir la fricción internacional o dar origen a una controversia cuya prolongación pueda poner en peligro el mantenimiento de la paz y seguridad internacional, puesto que en la actualidad, la realidad en Nicaragua es de relativa calma", dijo el funcionario.
Cabe destacar que Bolivia se ha opuesto a la realización de esta reunión basada en la carta de las Naciones Unidas que claramente establece el principio de no injerencia en los asuntos internos de los países miembros.
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"También nos oponemos a que se manipule la estrategia de diplomacia preventiva del secretario general para lejos de ayudar a lidiar una situación de crisis, contribuir a empeorar e intentar traer al banquillos de los acusados a un país miembro de las Naciones Unidas", acotó Sacha.
El representante de Bolivia ante la ONU también destacó que el verdadero interés de Estados Unidos no son los derechos humanos, sino la intervención de los países para desestabilizar a gobiernos elegidos democráticamente.
“El interés no es defender los derechos humanos, porque en ese caso los Estados que dicen defenderlo, firmarían todos los convenios de nuestra organización; si la situación de Nicaragua fuera un tema de derechos humanos EEUU no habría abandonado el Consejo de derechos humanos de la ONU”, afirmó Llorenti.
