Rosario Murillo, vicepresidente de la República, dijo este viernes que el pueblo nicaragüense tiene mucha confianza depositada en el Diálogo Nacional, el cual se lleva a cabo con representantes de Gobierno y de otros sectores en la búsqueda de soluciones.
"Creemos firmemente que Dios Nuestro Señor nos iluminará a todos para poder establecer la esperanza en los hogares, en las familias (…) Vivimos de esperanza y de sobre todo esperanza en Cristo Jesús. Sabemos que como cristianos, este pueblo nicaragüense tan cristiano, estamos llenos de fe y fortaleza espiritual", señaló Murillo.
Reconoció que el país atraviesa tiempos complejos, difíciles, dolorosos y trágicos; pero con la confianza que la fe acuerpa y alienta a las personas para ver hacia adelante, de no quedarse viendo hacia atrás. "Estamos conscientes de la dimensión de la lucha que libramos. Es una lucha contra el odio, odio que no habíamos visto en estas proporciones en nuestra Nicaragua antes del 18 de abril", ratificó.
Así mismo se lamentó de las prácticas oscuras, violentas y de odio que se han visto manifestadas en el país, sobre todo por las torturas y crímenes de odio. Reiteró que no debemos caer en la tentación de la violencia y de librarse de cualquier tipo de mal.
"Queremos que la prioridad de todos sea esta Nicaragua, el cese de la angustia de todos aquellos que han perdido seres queridos por el odio (…). Queremos que se extinga la oscuridad, que cese la violencia. Que nuestro espíritu esté lleno de luz", exclamó Rosario.
Extendió también el clamor del pueblo nicaragüense hacia Dois para pedir por la paz, la reconciliación, el cariño y el amor. "Pedimos para Nicaragua amor al prójimo, capacidad de convivencia en la familia y en la comunidad", dijo Rosario Murillo, para luego comentar que en el proceso del Diálogo Nacional el Gobierno presentó una propuesta encaminada hacia ese sentido, con el propósito de que se quiten los tranques en todo el país para la normalización de la vida de todos. Así mismo el Gobierno se compromete a hacer gestiones con la OEA, Unión Europea y ONU para el fortalecimiento del Diálogo Nacional.
Con respecto a dichos tranques, enfatizó que además de impedir que una persona circule de un punto a otro, siendo esto una violación de los derechos humanos, también a raíz de los mismos hay delincuencia, ya que parte de esa delincuencia surge de esos tranques. Lamentó el caso de un bebé que perdió la vida por la obstaculización, entre otros casos trágicos.
"Las mamás de este país nos sentimidos indignadas, cada hermano y hermana que fallece no importa su signo político es un nicaragüense, es una nicaraguense, que han perdido la vida en un enfrentamiento totalmente inútil, un enfrentamiento incongruente entre hermanos y hermanas. Enfrentamiento que nos está costando la vida (…) Todos nos sentimos indignados".
Señaló también que existe irracionalidad y falta de consciencia de algunas personas con esta situación que agobia a Nicaragua, y que el pueblo no merece estar sufriendo de esa manera. "Ese salón del Diálogo Nacional tiene que estar lleno de fe, de buen corazón, por el nivel de los representantes que acompañan esa mesa", afirmó.
"Todos tenemos que poner nuestro corazón en la ruta de soluciones. Todos estamos esperando que desde ahí se aliente la paz, que se aliente y promueva la esperanza, que se reafirme que nadie quiere mas violencia en este pais", agregó Murillo.
Igualmente lamentó los últimos hechos delictivos en el país, provocados con un furor salvaje, bestial. Pidió por la justicia y derechos humanos para todos, así como la solidaridad para todos aquellos que han sufrido de una u otra forma con esta crisis. Recalcó entre estos hechos los asesinatos en Bilwi y el secuestro de dos profesoras en Masaya, amenazadas con violencia sexual.
Finalizó nuevamente pidiendo en que todos los nicaragüenses seamos constructores de armonía, seguridad, justicia y paz para que Dios nos libre del mal.