Manila, 4 abr (EFE).- El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, llamó "cabeza hueca" e "hijo de puta" al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, un mes después de que este sugiriera una "evaluación psiquiátrica" del mandatario filipino.
"Comisionado, hijo de puta, ¿necesito ir al psiquiatra? El psiquiatra me ha dicho: está usted bien, solo es arrogante y malhablado. Pero a quien le critica, dígale que pienso que tiene la cabeza hueca", dijo Duterte, entre risas y aplausos del público, en un discurso la noche del martes en Mindoro Oriental.
Llevándose las manos a la cabellera, Duterte dijo del diplomático jordano que "tiene una gran cabeza, pero está vacía. No hay materia gris entre sus orejas. Ni siquiera puede mantener los nutrientes para que le crezca el pelo, por eso se está quedando calvo", según la transcripción del discurso publicada hoy por la Oficina Presidencial.
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El antagonismo entre ambas autoridades tiene su origen en las denuncias de la ONU sobre presuntas ejecuciones extrajudiciales durante la "guerra antidroga", una campaña gubernamental que ha registrado más de 7.000 muertes desde que Duterte llegara al poder en junio de 2016.
El presidente amenazó el pasado noviembre con "abofetear" a Agnes Callamard, relatora especial de Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, por haber criticado la campaña antidroga durante una visita extraoficial a Filipinas.
A principios de marzo, Zeid Ra'ad al Hussein calificó el comentario de Duterte como "inaceptable" y aseguró que el jefe de Estado "necesita una evaluación psiquiátrica".
Tales declaraciones, consideradas inusuales en boca de un representante de la ONU, generaron protestas del Gobierno de Filipinas, que las calificó de "irresponsables" e "irrespetuosas" y aseguró que insultar al líder de un Estado miembro marca un peligroso precedente en Naciones Unidas.
Duterte confesó en su discurso de anoche que en su entorno cercano le aconsejaron no responder al jordano y por eso no lo había hecho hasta ahora, pero al final decidió que era mejor tomarse una "venganza".
Famoso por su retórica agresiva, el mandatario de 73 años ha sido foco de atención en varias ocasiones por dedicar el calificativo "putang ina" ("hijo de puta" en filipino) a Barack Obama, al papa, representantes de la UE y otras autoridades mundiales.
Tras su llegada al poder en junio de 2016, Duterte ha aplicado una agresiva campaña para erradicar las drogas y el crimen en la que más de 4.000 sospechosos han sido abatidos por la Policía y, según algunas estimaciones, otros 3.000 han muerto a manos de civiles o patrullas vecinales.