Washington, 13 jul (EFE).- El congresista demócrata Brad Sherman presentó formalmente una resolución acusatoria para abrir un juicio político contra el presidente de EE.UU., Donald Trump, acusando al mandatario de obstruir la justicia durante la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016.
Según figura hoy en los registros de la web del Congreso estadounidense, Sherman, que representa a California, presentó la propuesta legislativa este miércoles con el objetivo de destituir a Trump, pese a que sus compañeros demócratas han considerado que es más prudente continuar con la presión mediática hasta que haya pruebas fehacientes que corroboren dichas acusaciones.
Para lograr una acusación formal de la Cámara de Representantes es necesaria una mayoría simple, sin embargo los republicanos la controlan por una ventaja de 46 asientos, lo que hace casi imposible cualquier avance de la propuesta de Sherman.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, criticó la decisión.
"Creo que es completamente ridículo y ese partido político está en su peor momento", consideró la portavoz de la Casa Blanca.
En la presentación de su artículo de destitución, Sherman argumenta que el despido fulminante por Trump del anterior director del FBI, James Comey, en mayo, equivale a obstruir a la justicia cuando estaba investigando la posible confabulación entre su campaña y el Gobierno ruso para interferir en los comicios en perjuicio de la exaspirante demócrata Hillary Clinton.
Aunque la posibilidad de un juicio político, que debería ser convocado por una mayoría de la Cámara Baja y ejecutado por el Senado, lleva meses sonando en las instituciones de Washington, el liderazgo demócrata es consciente de que las presiones y evidencias de mala conducta por parte de Trump tienen que tener mucho más peso para prosperar.
De hecho, la investigación sobre el asunto está ahora en manos del fiscal especial Robert Mueller, cuyas conclusiones, en caso de ser acusatorias sobre la campaña de Trump, sí podría poner en aprietos al Gobierno del multimillonario.
Hasta entonces, las posibilidades de comenzar un proceso de destitución sobre el mandatario son casi nulas.