El secretario general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo, intentó el jueves sosegar su relación con Washington luego de que la administración del presidente Donald Trump anunciara que Estados Unidos no está sujeto a las reglas de la organización.
La decisión estadounidense marca un claro quiebre con su posición del pasado y podría amenazar la viabilidad del Órgano de Solución de Diferencias (OSD) de la OMC, en donde se resuelven la mayor parte de los conflictos del comercio internacional.
Una carta enviada el miércoles al Congreso por la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos resume el giro de la política de Trump y revé los términos sobre los que Washington se incorporó a la OMC cuando se creó el órgano en 1995.
Según la interpretación del gobierno de Trump, "el Congreso dejó en claro que los estadounidenses no están directamente sujetos a las reglas de la OMC", dice el documento.
El texto, titulado "Agenda política para el comercio 2017 del presidente", subraya además que el gobierno de Trump "defenderá ferozmente la soberanía estadounidense sobre política comercial".
En un comunicado, Azevedo dijo que quedaba claro que Estados Unidos "tiene diferentes tipos de preocupaciones comerciales, incluido el sistema para solucionar diferencias de la OMC".
"Estoy dispuesto a sentarme y discutir esas preocupaciones y otras con el equipo comercial de Estados Unidos cuando estén listos para hacerlo", añadió.
En múltiples declaraciones públicas Azevedo intentó minimizar la amenaza planteada por Trump, que durante su campaña calificó a la OMC como "un desastre" y sostuvo que los acuerdos comerciales multilaterales devastaron la economía estadounidense.
Desde 1995 el OSD de la OMC escuchó más de 500 casos focalizados en si países quebrantaron o no las reglas comerciales en áreas que incluyen los subsidios y los aranceles aduaneros.
El proceso de solución de diferencias puede ser largo y estar sujeto a múltiples apelaciones, pero el lunes Azevedo defendió el OSD calificándolo como "el sistema de solución de diferencias más rápido" que existe.
La OMC no puede castigar a los países que no respetan las reglas, pero puede autorizar medidas de represalia.