El ministro de Gobierno, Carlos Romero, declaró en rueda de prensa que el Gobierno boliviano explicará a la comunidad internacional su decisión de incrementar los cultivos de coca legal. La decisión del pasado 24 de febrero tomada por el Parlamento de modificar una ley de 1988 incrementará los cultivos autorizados de 12 mil a 22 mil hectáreas.
La medida fue recibida con duda por la comunidad internacional y fue calificada de “una mala señal” por el opositor al Gobierno, Carlos Alarcón. Sin embargo, el ministro Romero expresó que “ya tendremos el espacio para hacer las explicaciones”. Se espera que el presidente Evo Morales promulgue la modificación a la ley en los próximos días.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por su sigla en inglés) ha estimado que en 2015 existían cerca de 20.200 hectáreas de coca en Bolivia. La cosecha de la planta de coca y su consumo por masticación es reconocida en la Constitución de Bolivia como patrimonio cultural.
En Bolivia la planta es cultivada en dos regiones: en Yungas y en Chapare. Los cocales de Yungas son reconocidos como los tradicionales y abastecen el mercado interno que se comercializa para el masticado o “acullicu” como se conoce en la lengua local. Mientras que los cocales del Chapare han sido acusados por opositores y medios de desviar su producción para la creación de cocaína y el narcotráfico.
El Gobierno boliviano ha asegurado que el incremento de la producción está destinado a la investigación de usos alternativos de la planta y su procesamiento a nivel industrial. El acullicu y las infusiones de coca son reconocidos remedios para combatir el mal de altitud. El Gobierno espera continuar la investigación sobre las propiedades de la coca como producto energético y analgésico en ungüentos y otras presentaciones industriales.