El enviado especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para El Salvador, Benito Andión, informó que el organismo no mediará entre las pandillas y el Gobierno salvadoreño para la instauración de un diálogo.
De acuerdo al representante, la ONU está “estrictamente apegada a derecho y consideramos no es posible que (la aplicación de) la ley se negocie”.
Desde el pasado 14 de febrero el enviado se encontraba en su segunda visita oficial al país y se reunió con actores políticos y sociales de El Salvador. El propósito de la visita era ubicar consensos alrededor de una metodología para avanzar en la segunda generación de acuerdos nacionales.
La solicitud de diálogo fue propuesta por un grupo de iglesias evangélicas y luteranas, pidieron que la ONU mediara entre las pandillas salvadoreñas y el Gobierno para facilitar un proceso de paz y detener la ola de violencia que solo en los dos años anteriores cobró la vida de más de 11.000 personas. Sin embargo, el diplomático de origen mexicano declaró que definitivamente no habrá un diálogo.
El secretario técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, declaró el 6 de febrero que los pandilleros buscan dialogar y negociar con el Ejecutivo porque están “desesperados”.
En El Salvador la Mara Salvatrucha (MS13) y los Sureños del Barrio 18 son considerados las organizaciones de pandilleros más grandes de América. También se les responsabiliza por la ola de violencia que ha convertido a El Salvador en el país con la más alta tasa de homicidios per cápita en el mundo.
Estas mismas son las organizaciones que han solicitado al Gobierno salvadoreño entablar una mesa de diálogo para frenar la violencia y evitar una guerra abierta.
Las autoridades salvadoreñas afirman que han tomado “mediadas extraordinarias” para reforzar el régimen de seguridad en las seis cárceles de pandilleros, incluyendo la conformación de un comando élite que dé cacería a los grupos armados en las zonas rurales.